Una dependienta de una tienda de ropa pide disculpas a un cliente que ha entrado en su establecimiento por decirle al saludarlo "Buenos días, mi niño. ¿En qué puedo ayudarte?". Le han dicho que no puede dirigirse de ese modo a la gente que entra a la tienda. Clientes de otros lugares fuera de Canarias han entrado en el negocio y se han sentido incómodos cuando se han dirigido hacia ellos como "mi niño" o "mi amor".

En un vídeo en el que se explica la situación vivida y que ha sido publicado en la cuenta @canariasresiste, se muestra el asombro porque la dependienta se vea limitada a la hora de hablar en su trabajo con expresiones canarias.