Directivos de Volkswagen han llegado hoy a primera hora a la sede principal de la compañía a la reunión para abordar el escándalo. Hasta los trabajadores de la marca han asegurado sentirse "espantados" por el reconocimiento de que se trucaron 11 millones de coches para falsear las emisiones de gases contaminantes. El máximo responsable de la marca, Martin Winterkorn, cuyo futuro al frente de la marca está en entredicho, ha pedido perdón por esta mala conducta a los clientes, a las autoridades y a toda la opinión pública. En Estados Unidos, donde salió a la luz el fraude ya han comenzado a presentarse demandas colectivas de propietarios que se declaran engañados por Volkswagen. Las posibles indemnizaciones tendrían que sumarse a una probable sanción multimillonaria, para la que la empresa ya ha reservado 6.500 millones.