En pleno acoso de los especuladores a la deuda española, el Tesoro Público ha logrado esquivar las turbulencias que en las últimas semanas han azotado a los mercados financieros con la venta de 3.300 millones en deuda a tres y cuatro años. Una cifra cercana al objetivo máximo de los 3.500 millones.

La contrapartida es lo que tendrá que pagar España por ello, ya que el tipo de interés ha sido de un 4,9 por ciento, el más alto desde 2008, pero aún asumible. Se trata de un dato positivo, al que la prima de riesgo ha respondido con una bajada hasta los 360 puntos y la Bolsa también ha subido.