Era cuestión de tiempo, reconocen las autoridades estadounidenses para que surgiera el primer caso de un paciente con ébola en New York. Craig Spencer, médico de 33 años, profesor en la Universidad de Columbia y miembro del Departamento de Emergencias Internacionales del Hospital Presbiteriano de New York, recién llegado hace una semana de Guinea Conakry de ayudar con Médicos sin Fronteras empezó a sentirse mal el martes y fue ayer jueves, con 39 grados y dolores abdominales, cuando sonaban todas las alarmas.