Más de diez mil personas han asistido en la Plaza de la Revolución de La Habana a la histórica misa dominical del papa Francisco en la capital cubana. En la que, eso sí, no ha habido referencias explícitas ni implícitas a la situación de la isla, ni al embargo estadounidense ni tampoco a los disidentes, que aseguran que han sufrido más de una treintena de detenciones por querer asistir a la homilía.