El cierre por orden judicial del aparcamiento de la calle Luis Morote mantiene en vilo a un grupo de diez trabajadores, que desconocen cuál será su futuro laboral. El que más tiempo lleva en el inmueble cuenta con 38 años de servicio a la empresa, y el que menos supera los 20. Todos los demás tienen más de 30 años.

El motivo es una desavenencia entre las familias de los herederos y ante la incertidumbre, los diez empleados han decidido encerrarse en el interior de edificio, localizado muy cerca de la playa de Las Canteras