Apartado ya de la política, el futuro de Granados tenía forma de ladrillo. Quería tapar así los fondos no declarados, tenía que ser cuanto antes. Por eso, dos meses después de que apareciese su cuenta en Suiza, Granados creó dos inmobiliarias. La sede de operaciones, donde fue detenido, en su casa de Valdemoro. Cerca, como siempre, su amigo y socio David Marjaliza, constructor.Con él comparte mucho más que 30 años de ínitima amistad. Compartía negocios, cuentas, comisiones, tenían juntos y en total casi seis millones de euros en tres cuentas en Suiza. Según, El País, coincidían en sacar dinero a la vez para invertir en acciones de las mismas empresas. Granados y Marjaliza, a principios de año invirtieron juntos también un millón de euros en Marbella. Compraron allí una parcela de 500 metros en primera línea de playa. Marjaliza y Granados hacían juntos sus negocios.