Se ciñen la faja y ajustan el costal. Se preparan para el ensayo porque en la Hermandad granadina de los Favores ya se siente lasemana Santa, aunque todavía quede un mes. Dicen que están emocionados, que no ven el momento de salir en procesión. Al golpe del martillo alzan el paso. Y sobre sus hombros descansan más de mil kilos, que esta vez son de cemento. Con la música que los acompañará en procesión, los capataces organizan la marcha.