Las ráfagas de viento han alcanzado los 140 kilómetros por hora en Bilbao que han originado 'la cáida de árboles y la rotura de ramas sin causar daños de consideración. Muchos problemas también el el aeropuerto. Los pilotos se han tenido que emplear a fondo para poder tomar tierra debido al fuerte viento. Cuatro vuelos han tenido que ser desviados y otros cuatro cancelados. En Bermeo la flota ha permanecido amarrada, al igual que en la mayoría de puertos por el oleaje que ha originado la borrasca explosiva.