En apariencia, se trata de una estatua de Buda más, pero en su interior, esta estatua guarda un secreto. Fue adquirida por un coleccionista privado en 1996 y 16 años más tarde, la pieza tuvo que pasar por un arduo proceso de restauración.
En apariencia, se trata de una estatua de Buda más, pero en su interior, esta estatua guarda un secreto. Fue adquirida por un coleccionista privado en 1996 y 16 años más tarde, la pieza tuvo que pasar por un arduo proceso de restauración.