El fuego protector y purificador crece en esta noche mágica, que en Barcelona han celebrado poniendo los deseos en la hoguera para después quemarlos. En la playa de La Coruña no cabía un alfiler y cumpliendo con la tradición: sardinas asadas, saltar la hoguera, desprenderse de lo viejo o darse un baño de espaldas al mar para garantizarse la buena salud. En Valencia, sobre todo, miran al futuro y otros han llegado de Bolivia, donde también la noche de San Juan es mágica. La fiesta no acaba aquí pero se brinda ya por la próxima noche de San Juan.