Las administraciones públicas deben de contar con una plantilla de funcionarios "que trabaje como en la empresa privada y que cobre por objetivos, no por producción", consideró ayer el vicepresidente del Gobierno autónomo y consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, quien lanzó además una seria advertencia a los empleados de la Comunidad Autónoma de Canarias: "Se van a acabar las típicas bajas por depresión para ir a pasear por la playa".

Soria recalcó que uno de los objetivos del Ejecutivo autónomo pasa por reducir el absentismo laboral de los funcionarios y anunció que los empleados públicos con partes de Incapacidad Laboral Temporal (ILT) dejarán de percibir durante 18 meses el 100 por cien de su sueldo, tal y como sucede en la actualidad.

"A los tres meses se reducirá esa nómina si el afectado sigue de baja", explicó, "a no ser que exista un argumento muy justificado médicamente de que esa persona no puede de verdad incorporarse a su puesto de trabajo", precisó.

El titular de Economía y Hacienda recalcó además que dentro de esa lucha contra el absentismo laboral se enmarca la reducción de la partida que se había presupuestado inicialmente para 2010 para bajas médicas en el área de Educación. Ha pasado de 34 millones a siete. "Cuando un organismo presupuesta de antemano más de 6.000 millones de las antiguas pesetas para hacer frente a posibles bajas lo que está haciendo es incentivar esas bajas", reflexionó José Manuel Soria.

Para el vicepresidente canario, la inoperancia o desidia de algunos empleados públicos es uno de los aspectos que más repulsa causa entre los ciudadanos. El desprestigio de la política, "no es responsabilidad única de los políticos", avisó, convencido de que para estar en la actividad pública "no hay que ser Premio Nobel, pero un mínimo de formación sí que hace falta para ocupar ciertos puestos".