Canarias sigue a la cola en prescripciones médicas por genéricos por delante sólo de las comunidades de Galicia, Murcia y la Comunidad Valenciana. Aunque en abril el 16% de las recetas emitidas en las islas no remitían ya a una marca farmacéutica, este tanto por ciento está aún lejos del 21% de la media nacional y desde luego muy por debajo de Castilla y León donde estas prescripciones alcanzan el 30%.

Cierto es que desde 2005, en que se facturaba un 3,4% de genéricos (medicamentos con patente caducada pero bioequivalente al de marca y más baratos) se ha avanzado, pero no lograr una mayor implicación de los médicos para que se decanten por estos fármacos a la hora de recetar hará muy complicado conseguir la ansiada contención del gasto farmacéutico que mensualmente le supone a la Comunidad Autónoma el pago de alrededor de 50 millones de euros.

La diferencia entre genéricos y fármacos de marca (los laboratorios tienen garantizado durante 10 años un valor superior para compensar el coste de la investigación) es de varias decenas de euros para un mismo tratamiento. Así por ejemplo, el rango de precios de un protector gástrico va desde los 2,70 euros del genérico a los 35 de la marca; en antiinflamatorios de 3 a 40 euros y lo mismo para antihipertensivos.

Los médicos apelan a la "libertad de prescripción" cuando se les cuestiona por la razón. El presidente del Sindicato de Médicos, Isidro Rexachs, sostiene que es la solvencia de los laboratorios la que da garantías de eficacia frente a genéricos más económicos y que son los fármacos recién salidos al mercado, por lo tanto los que comercializan bajo marca, los que incluyen novedades terapéuticas.

Los farmacéuticos dudan de que esas novedades existan en todos los casos y temen que lo que realmente pese más a la hora de extender una receta sea efectivamente el nombre del laboratorio y su capacidad de marketing. Desde la Federación de Farmacéuticos de Canarias (Fefacan), se apela en este sentido a la responsabilidad de los médicos "porque al final cuando se deciden a recetar genéricos es para moléculas muy baratas, como furosimida o paracetamol, en las que el ahorro es mínimo", señala su presidente, Manuel Díaz Feria.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, aunque defiende la libertad de prescripción, es consciente de la necesidad de un cambio. Como primer paso, ha puesto en marcha cursos de racionalización del medicamento para los médicos en los que hace hincapié en la seguridad de los genéricos: llevan más tiempo en el mercado y por lo tanto están ampliamente testados. Es decir, además de beneficiar la salud de los ciudadanos contribuyen a la sostenibilidad financiera del sistema sanitario.

Si bien es verdad que ese cambio de mentalidad, apunta el director general de Farmacia, Buenaventura Fernández, debe también alcanzar a los propios usuarios a los que hay que hacerles comprender que "no son gratis. Que si la comida no se tira, los medicamentos tampoco".

En 2009 el gasto farmacéutico creció en las Islas un 9,2%, hasta llegar a los 570 millones. Este año los datos no mejoran: el aumento en abril fue del 4,54%.