La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno canario, Inés Rojas, aseguró ayer que en los últimos cuatro años el número de menores inmigrantes tutelados por la Comunidad Autónoma se ha reducido de 1.500 que había en 2006 a los 629 que hay ahora, lo que representa un descenso del 41,9%. En los dos últimos años ha disminuido la llegada de inmigrantes procedentes de África, situación que ha permitido vaciar los centros de acogida de jóvenes inmigrantes que hay en el Archipiélago. De hecho, en lo que va de año a las costas canarias sólo han llegado 20 menores inmigrantes, como confirman datos proporcionados por el departamento que dirige Rojas.
En la actualidad los 629 jóvenes extranjeros que se encuentran bajo la tutela del Ejecutivo regional viven repartidos por diferentes zonas. En concreto, en Canarias conviven 189 menores en los dispositivos de emergencia y atención para menores extranjeros -macrocentros de acogida que dependen del Gobierno-; 225 se alojan en centros de atención a menores extranjeros de los cabildos y el resto, 215, se encuentran en la Península.
DESCENSO. El descenso en la llegada de jóvenes inmigrantes a las costas del Archipiélago es la causa de que Inés Rojas anunciase ayer el cierre de los grandes centros de Icod de los Vinos, antes de finalizar este mes, y el de La Esperanza, en diciembre, ambos en Tenerife.
Los 96 niños que en la actualidad se encuentran alojados en ambos complejos pasarán a vivir a "otros hogares más estables (CAME) o al gran centro de Tegueste", explicó la consejera. Según las previsiones de ocupación que maneja Rojas, aún se pueden alojar 75 niños más en estas instalaciones, puesto que "existen 300 plazas en Canarias".
Por otro lado, el de Tegueste, el otro probable destino de algunos de los 96 menores de los dos centros que van a ser clausurados, cuenta ahora mismo con una población de 47 jóvenes, es decir, se encuentra a la mitad de su capacidad.
El otro centro de emergencia y atención para menores extranjeros que mantendrá el Gobierno de Canarias será el de Arinaga, que hoy en día cuenta con 46 menores y también se encuentra al 50% de su capacidad.
Estos complejos para menores se crearon en 2006, momento en que Canarias vivía una explosión dentro del flujo migratorio proveniente del Magreb y del África subsahariana.
Durante el transcurso de aquel año los habitantes de las Islas vieron desembarcar de las pateras y cayucos a más de un millar de menores africanos no acompañados, lo que ocasionó un grave problema ya que se tuvieron que adecuar alojamientos especiales para ellos fuera de los centros de retención para los adultos.
