José Manuel Soria (PP) anuncia que el lunes mismo tomará la iniciativa de buscar mayoría; los nacionalistas están abiertos aparentemente a cualquier pacto, siempre que se les reserve la Presidencia del Gobierno; el PSC espera al resultado de las urnas y Nueva Canarias quiere dejar de ser una incógnita y traducir sus apoyos en escaños. El día de reflexión viene cargado de incógnitas sobre el futuro político de las Islas, pero sí se sabe una cosa: la negociación de los pactos la quiere hacer girar CC alrededor de una condición inexcusable, dicen en el entorno del presidente y candidato a la reelección, cual es que la Presidencia debe seguir en manos nacionalistas. Los canarios hablarán mañana y darán y quitarán razones.

En las negociaciones que se abran la próxima semana para la formación del nuevo gobierno, CC pondrá sobre la mesa la condición de que su candidato, Paulino Rivero, vuelva a ser presidente. Fuentes nacionalistas aseguraron ayer su disposición a plantar batalla para no renunciar a la Presidencia.

Advierten, a expensas de los resultados que arrojen mañana domingo las urnas, que no es imposible. Ya ocurrió en 2007. La amplia mayoría de 26 escaños lograda por Juan Fernando López Aguilar de poco sirvió a los socialistas para alcanzar el gobierno. El entonces líder del PSC-PSOE no se cansó durante su campaña en atacar a nacionalistas y populares. Los calificativos de "corruptos" y "mentirosos" estuvieron presentes en todos sus mítines, crispando el periodo electoral casi de la misma forma en que CC acusa ahora al Partido Popular de hacerlo.

López Aguilar ganó las elecciones pero nada más. En dos ocasiones se reunieron PSC y CC -obtuvo 19 diputados- para no llegar a acuerdos. Bastó una cita entre populares y nacionalistas, 20 días después de las elecciones, para que el pacto fuera posible. La prontitud ponía en evidencia la posibilidad de un acuerdo cerrado de antemano, en la línea de la denuncia que hizo Fernández Aguilar a lo largo de la campaña electoral.

Si bien todo cabe en la actividad política, el alza del tono al final de la campaña entre nacionalistas y populares reduce aparentemente la posibilidad de reeditar el pacto entre las formaciones lideradas por Rivero y José Manuel Soria (PP), roto el pasado mes de octubre.

Si eso es así, otra combinación de siglas posible sería la que formasen CC y PSOE. Una composición que los nacionalistas ven con buenos ojos de cara a establecer una estrategia de futuro. Fuentes de CC apunta que una negociación con un partido devaluado en Madrid y necesitado de sus apoyos al menos un año más le reportaría muchas ventajas.

Aunque también es verdad que CC podría utilizar la devaluación socialista para hacerse fuerte ante los populares.

Las urnas podrían abrir además nuevas perspectivas parlamentarias y nuevas combinaciones de siglas si, como apuntan la mayoría de las encuestas, Nueva Canarias logra irrumpir en el Parlamento.

Habría que ver si ese nuevo horizonte pondría punto y aparte a la senda marcada en 1995 por Manuel Hermoso y José Miguel Bravo de Laguna cuando, tras ese primer acuerdo para la gobernabilidad de las Islas el nacionalistas ocupó el sillón de la Presidencia del Gobierno y el popular el del la Presidencia del Parlamento.

La incógnita

A Hermoso le siguió Román Rodríguez en 1999 con la misma composición de siglas. En esta ocasión, y con el ex presidente como líder de un nuevo partido con "opciones de influir", según el mismo dice, lo que es seguro es que los diputados que logre NC no levantarán la mano para que Paulino Rivero vuelva a ser presidente.

Uno y otro no tienen buena relación desde antes de que Rodríguez decidiera escindir CC en Gran Canaria en 2005. No ha habido intentos de acercamiento por ninguna de las partes en estos años y el tono de la campaña de CC y NC, con cruces de acusaciones en referencia a la gestión que los segundos en el Cabildo, tampoco hace prever que lo vaya a haber.

Con esto en el horizonte, Román Rodríguez no pone pegas a acuerdos con el PSOE en el Parlamento y ni siquiera con el Partido Popular si llegara el caso. Ello a pesar de reiterar sus preferencias por un pacto de progreso como el que ha mantenido en el Cabildo grancanario durante este mandato "porque esa es nuestra naturaleza", apunta Rodríguez.