El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, aseguró ayer que tras la comparecencia del jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados, "hasta los más fans del PP tienen que reconocer que el PP engañó a los ciudadanos y que mintió. La medicina que quería aplicar ahora es la contraria, porque decían que tenían la solución, que era bajar los impuestos para generar reactivación económica", afirmó. Rivero, que hizo un balance del primer año de la legislatura, admitió que en Canarias también se han tenido que aplicar recortes e incrementar los impuestos, "pero hay diferencias" con la política de Rajoy. "Mientras los enormes sacrificios, públicos y privados, que hemos hecho en Canarias han sido para mantener la Educación y la Sanidad públicas, Rajoy los ha decidido para salvar a la banca española", criticó Rivero.

Según el presidente, a Rajoy y al Gobierno del PP "no le ha temblado el pulso para salvar a la banca, pero nunca ha pensado en la Sanidad y la Educación públicas". Además, criticó que las duras medidas acordadas durante todo el año, y que culminaron en el discurso del miércoles en el Congreso, se han hecho de espaldas a las comunidades autónomas. Para Rivero, y "al contrario de lo que ha hecho Mario Monti con las regiones italianas", en España "ha habido falta de comunicación y de diálogo", pues "no se ha informado antes de tomar las decisiones".

El presidente afirmó que su Ejecutivo trabaja para conseguir el apoyo y la mayoría social en defensa, entre otros aspectos, de más autonomía y menos centralismo y de la actualización de los acuerdos con el Estado. Rivero señaló que la "terrible" crisis económica está dejando patente que los problemas de Canarias se incrementan y afirmó que tanto en épocas de crecimiento económico como de crisis, Canarias evidencia sus diferencias con respecto al resto del Estado.

Por ello reclamó el apoyo para la consecución de una mayoría social que reclame los intereses generales del Archipiélago y consideró que mientras que en Canarias no es normal que se alcance, en otras partes del Estado, como Cataluña es común que se haga un frente común para la defensa de "asuntos estratégicos". En concreto, el presidente canario pidió el apoyo social para la defensa de más autonomía, del acervo político administrativo de Canarias y de la exigencia al Estado de una revisión de los acuerdos.

"Hemos hecho muchísimo para incentivar el empleo, pero la crisis ha sido tan potente que no han servido", insistió Rivero. El presidente reiteró: "Queremos saber qué es lo que está fallando", toda vez que recordó que "no parece proporcional que con el incremento del número de turistas del pasado año y del sector servicios no se mejore el empleo". Por ello, consideró que "lejos de las polémicas absurdas que tanto nos gustan en Canarias", resaltó que la Comisión Europea apoye que las regiones ultraperiféricas (RUP) "favorezcan la contratación de trabajadores locales".

"Un trabajador local es un residente en Canarias, ya puede ser de Cáceres, de Andalucía o un italiano, y no tiene por qué haber nacido aquí", insistió para refutar las críticas vertidas desde el Partido Popular (PP).

Críticas del PP

Por su parte, la portavoz parlamentaria del PP, Australia Navarro, restó importancia a las declaraciones del presidente Rivero sobre el nuevo paquete de medidas anunciado por el Gobierno central "ya que Paulino Rivero es hoy un presidente desacreditado a ojos de los ciudadanos canarios, de su propia formación política y en su propia isla".

Navarro entiende que el jefe del Ejecutivo regional "se sabe solo y amortizado y no tiene el menor reparo como presidente de la Comunidad Autónoma en actuar como vocero de Coalición Canaria, con un desconocimiento sólo equiparable a la demagogia de la que hace gala". Tacha las críticas de Rivero a la banca de "soflama incendiaria".