El PP canario ha conseguido arrancar al ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, el compromiso de que en 2013 mantendrá una partida de al menos cuatro millones de euros para ayudas a la desalación. Además, la modificación del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado no se hará a costa de ninguna obra hidráulica sin ejecutar, como proponían los parlamentarios populares. El Ejecutivo central buscará otra fórmula en la previsión de cuentas del Ministerio (se reduce un 30 % respecto a este año) que salvaguarde tanto la subvención al agua potabilizada -en 2012 se presupuestaron 4,9 millones de euros- como el convenio para nuevas infraestructuras.

La alarma saltó entre los parlamentario canarios durante la misma mañana de ayer cuando el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, advirtió a la nacionalista Ana Oramas en el Congreso que las partidas del Ministerio no admitirán, en este caso, enmiendas durante su tramitación parlamentaria. Pese a que Oramas subrayó que una negativa a dar marcha atrás "provocará un incremento del recibo del agua, especialmente en las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, que se abastecen hasta un 98 % del agua depurada", el responsable ministerial adujo que la directiva europea de agua "nos va limitando la posibilidad de aportar subvenciones a esta actividad", por lo que deben desaparecer.

Fue el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, quien en una conversación privada de varios minutos durante un acto de entrega de medallas de Protección Civil arrancó de Arias Cañete la promesa de que la partida a la desalación se recuperaría, si bien no en los términos que demanda el Gobierno de Canarias. No serán los 17 millones que se recibían en 2008, pero al menos sí una cantidad similar a la partida de este año.

Arias Cañete rechazó, no obstante, la fórmula propuesta por los diputados y senadores del PP canario de desviar fondos del convenio de obras hidráulicas debido a que ya tuvo que renegociarse el pasado año. De hecho, por ese motivo la partida para nuevas infraestructuras crece para el año que viene, pasando de 16 a 36 millones.

La solución de los populares canarios tampoco es bien vista por el Cabildo de Tenerife. El consejero de Aguas, Jesús Morales, señaló que las obras son "una solución necesaria para Canarias, más con las olas de calor que estamos viviendo este año. Para eso necesitamos estar preparados". El recorte de partidas del convenio sería, según Morales, "perjudicial sobre todo para Tenerife, que tiene todas sus obras en ejecución".

En cambio, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, señaló que "las ayudas a la desalación son " una necesidad social, sobre todo para la provincia de Las Palmas, que depende de las potabilizadoras. Por eso son prioritarias".