La petrolera turca Genel comenzó el pasado 30 de julio un nuevo sondeo en aguas de Marruecos en busca de hidrocarburos. Los trabajos se desarrollan a unos 60 kilómetros de la costa del continente africano y al noreste de Lanzarote. Este nuevo intento por encontrar petróleo y gas en esta zona del Atlántico prácticamente se solapa con otro desarrollado por la portuguesa Galp.

Son ya seis los sondeos realizados en aguas del país vecino en menos de un año. El proyecto de Genel se lleva a cabo en la zona conocida como Sidi Moussa, que da nombre a la prospección (SM-1). La multinacional turca ejerce como operador de un consorcio del que posee el 60% de los títulos. El Reino de Marruecos, a través de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (Onhym) acapara otro 25% del proyecto, mientras que el 15% restante se lo reparten Serica, San Leon y Longreach.

Se estima que la exploración del subsuelo marino se prolongue por espacio de entre dos y tres meses. Genel utiliza la plataforma Noble Paul Romano. Al igual que Repsol en el caso de Sandía-1, sondeo que la petrolera española prevé llevar a cabo antes de que termine el año en el lado español de la mediana y a entre 50 y 60 kilómetros de las costas de Lanzarote y Fuerteventura. La petrolera turaca se otorga un 20% de probabilidades de éxito.

Según los cálculos que se derivan de los trabajos sísmicos -radiografías del fondo marino- realizados a priori, la estimación del volumen de petróleo alcanza los 300 millones de barriles, en aguas de 990 metros de profundidad.

Genel, en un consorcio compartido con Cairn Energy y la Onhym, perforó el pasado mes de enero en la zona conocida como Juby Maritime. Hasta la fecha es el sondeo más próximo que se ha realizado a los que tiene previstos Repsol. Como todos hasta la fecha, se saldó sin éxito y solo se encontró el mismo petróleo pesado que se había hallado cuarenta años antes en la misma zona, pero a profundidades mucho menores. Crudo inservible para su explotación comercial. En marzo, la petrolera turca decidió taponar el pozo y abandonar el área de investigación.

Por su parte, Galp afronta en la actualidad una nueva prospección en el área denominada Trident. Mantiene en su poder el 50% del proyecto, mientras que la otra mitad se la reparten, a partes iguales, Tangiers y la Onhym. Galp acaba de abandonar recientemente otra intentona, en esta ocasión en el bloque llamado Assaka. Desde allí se ha movido hasta la actual ubicación utilizando incluso la misma plataforma para ello.

Por otra parte, Repsol se encuentra a la espera de recibir el permiso definitivo del Ministerio de Industria, Energía y Turismo para comenzar los trabajos. La semana pasada dio a conocer la unión temporal de empresas (UTE) a la que contratará la base logística situada en el Puerto de La Luz y de Las Palmas y que le dará asistencia para la realización de los sondeos en aguas cercanas a las Islas.