Una cadena de errores humanos. Esa fue la causa por la que se produjo el accidente del helicóptero Súper Puma del Search and Rescue (SAR) que se estrelló hace un año entre Gran Canaria y FuerteventuraSearch and Rescue y provocó la muerte de los componentes del 802 Escuadrón Daniel Pena, Carmen Ortega, Sebastián Ruiz y Carlos Caramanzana, según señaló ayer el general Francisco Javier Fernández Sánchez, segundo jefe del Mando Aéreo de Canarias (Macan).

Sebastián Ruiz, padre de uno de los fallecidos, rechaza la versión oficial y denuncia que la tragedia "era una crónica de una muerte anunciada". El Ejército, asegura, no cuenta con medios para realizar maniobras nocturnas en alta mar y añade que durante las maniobras en la que se produjo el accidente hubo un fallo técnico en el avión de apoyo que dejó a la tripulación del helicóptero sin iluminación.

Durante el acto de homenaje a las víctimas celebrado en la Base Aérea de Gando, Fernández Sánchez apuntó que el origen de la tragedia se podría encontrar en "el conjunto de actuaciones por parte de pilotos, pero también por procedimiento, formas de actuar, gestión de recursos de cabina", en base al informe preliminar realizado por la Comisión Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam). Subrayó: "no estoy diciendo exclusivamente a los pilotos". En todo caso, recalcó que según las primeras conclusiones de la investigación no hubo ningún fallo técnico, ni en el helicóptero ni tampoco en la aeronave que le acompañaba y que debía lanzar bengalas en medio de la noche para proporcionar una referencia a los pilotos y que pudieran discernir el horizonte y la superficie del agua.

En este sentido, el informe de la Citaam señala, literalmente, que "coincidiendo con un mal funcionamiento del sistema lanzador de bengalas del [avión] D-4 y el oscurecimiento consecuente de la zona de prácticas, el piloto al mando tomó la decisión de abortar la maniobra de grúa". Segundos después se produjo el accidente. Sobre este hecho, el segundo jefe del Macan apostilló que "no se puede considerar un problema técnico, puesto que eso [las bengalas] es un factor que hace que ayude a que se realice la misión", pero "para realizar ese vuelo sin visibilidad no necesitan la bengala". "El accidente no ocurre por la bengala sino por otra cosa", sentenció.

Esta versión choca completamente con la que maneja uno de los familiares, que achaca al fallo en el mecanismo del avión como desencadenante del accidente hace un año. "Abortan la misión porque no tienen referencia para salir, se van sin referencia y se precipitan y se estrellan contra el agua", aseguró ayer Ruiz, padre de Sebas que en el momento del accidente viajaba como copiloto en la aeronave. "Que le pregunten a los pilotos cómo han salido de milagro del lugar cuando ha fallado alguna bengala", cuestionó. Al tiempo en que desveló que "existe una hoja de misión tipificada para maniobras nocturnas en la que el propio escuadrón reconoce que no se podrán efectuar operaciones con las grúas sobre barcos porque carece de medios para ello".

Ruiz sostuvo ayer, tras el acto del primer aniversario de la tragedia, que "todos sabían que esto iba a pasar, lo que no se sabía era cuándo ni a quién le ocurriría". Y es que, agregó, "en Mallorca tuvieron un par de sustos en estas mismas prácticas y allí ya no se hacen. Que alguien me diga por qué allí no y aquí sí", preguntó Ruiz molesto con el trato recibido por parte de las altas esferas del Ejército del Aire.

El padre de Sebas también señaló que, a pesar de lo ocurrido, el 802 Escuadrón sigue realizando la maniobra de grúa sobre embarcaciones sin que se haya tomado medidas al respecto y así lo reconoció ayer el general del Macan. "Sí, se siguen haciendo las maniobras de la grúa, se hacen a la distancia a la que haya que hacerlo porque precisamente se entrenan para rescatar a personas que están en situaciones de urgencias a cualquier hora del día y de la noche y a cualquier circunstancias".

Fernández Sánchez explicó que desde el Ejército del Aire "hemos revisado los procedimientos" y "revisamos absolutamente todo para tratar de detectar si hay algún fallo y si hay algo que es mejorable".

En opinión de Ruiz, el Ejército echa las culpas a factores humanos para que nadie se responsabilice de lo ocurrido. Sostiene que el general jefe del Macan, Javier Santos, "tenía que haber prohibido esa maniobra por que sabe que el aparato no está preparado para hacerlo como reconocen los manuales".

Desde el Macan están a la espera aún de nuevos informes debido a que la investigación todavía se encuentra abierta, tanto por parte de la Citaam como por el Juzgado Togado Militar Territorial 52 de Las Palmas de Gran Canaria, que tiene previsto el próximo lunes tomar declaración al único superviviente del accidente, el sargento teldense Jonhander Ojeda, cuyo testimonio podría esclarecer lo ocurrido aquella noche del 19 de marzo de 2014.

Por su parte, los familiares también se encuentran recabando información para tratar de determinar qué fue lo que sucedió. "A día de hoy estamos investigando por nuestra cuenta porque no ha habido ningún tipo de facilidades; estamos intentando que se conozca lo que realmente pasó" porque "aquí siempre se le echa la culpa a los muertos", apuntó Ruiz.

Por ello, adelanta que "seguiremos luchando para que esto no ocurra más, queremos evitar que otros compañeros de mi hijo pasen por ese calvario". "Están jugando con la valentía y el arrojo de estos jóvenes profesionales del Escuadrón", sentenció.

Una de los últimas informaciones que han conocido es sobre en el avión utilizado para apoyar la misión, el CN-235 Vigma (D-4). Esta aeronave, según aporta Ruiz, tiene un mecanismo de lanzamiento de la iluminación que sirve de guía para la tripulación que viaja en el helicóptero que falla con más asiduidad que el D-2, que utilizaba el 802 Escuadrón hasta hace poco más de un año en estas operaciones.