El PP no esconde que Fernando Clavijo le cae bien. El adversario político a batir por los populares ya no es Coalición Canaria sino el PSOE, no sólo porque se acercan las elecciones generales sino porque desestabilizar al socio de los nacionalistas le da más boletos para aumentar sus opciones de regresar al Gobierno regional después de cinco años en la oposición.
Cuestionado por la crisis política abierta tras la moción de censura en Frontera, el secretario general del PP canario, Asier Antona, dijo ayer que "no es bueno para Canarias que haya una permanente inestabilidad en el seno del Ejecutivo, tenemos vocación de gobierno y siempre hemos dicho que no vamos a mirar para otro lado si el PP puede dar esa estabilidad".
Los populares ya han dado las primeras pistas en el primer debate de la legislatura en el Parlamento. En su respuesta al presidente Clavijo tras informar de la nueva etapa de relaciones con el Estado, Antona se congratuló del "comienza prometedor" de esta nueva etapa política y, lejos de criticar a CC, lanzó sus dardos contra los socialistas, a los que exigió que no "enturbien" el nuevo escenario abierto entre la Comunidad Autónoma y el Estado: "sean maduros, no jueguen a desestabilizar porque le harían un flaquísimo favor a Canarias", dijo a los diputados del PSOE.
La portavoz del PP, Australia Navarro, siguió ayer con el buenrrollismo y también le lanzó un capote a la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, para negociar con consenso y diálogo el nuevo sistema de financiación autónomica.
En los pasillos del Parlamento se habla cada vez más del horizonte de diciembre: el acuerdo electoral del PSOE con NC, la igualdad que las encuestas dan a socialistas y populares y, sobre todo, el impacto de los comicios en el pacto regional. El PP, consciente de su actual debilidad política en el Parlamento canario, confía en mantenerse en La Moncloa tras el 20 de diciembre, lograr debilitar aún más al PSOE y conseguir su objetivo de que Clavijo expulse a los socialistas del Gobierno y pacte con ellos, siempre con el inestimable apoyo del grupo mixto de Casimiro Curbelo.
Mientras el PP prepara el terreno, el PSOE ahonda en sus disputas internas y el pacto sigue con sus vaivenes a la espera de una estabilidad que podría no llegar hasta el mismo mes de diciembre.
