Las patronales canarias y los principales sectores empresariales advierten al Gobierno que aplazar la bajada de impuestos hasta 2018 retrasa la recuperación económica y afecta negativamente al consumo interno. Los empresarios ven los sucesivos incrementos de la recaudación, liderados por el IGIC, como un síntoma claro de que el Ejecutivo tiene margen para iniciar una rebaja tributaria y, de esta forma, no perder competitividad y el diferencial fiscal con la Península. El hecho de que el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, haya puesto como horizonte de la reforma fiscal el año 2018 hace sospechar a los empresarios que puede tener tintes preelectorales ya que un año después, en 2019, hay comicios autonómicos.
El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, recuerda que desde las organización empresariales se aceptó la subida de impuestos realizada en 2012 por el Gobierno de Paulino Rivero como algo "coyuntural" hasta que se recuperara la economía y los ingresos públicos. En opinión de Manrique de Lara esta situación se ha revertido y la Comunidad Autónoma ya tiene capacidad para iniciar una rebaja fiscal que recupere la competitividad de la economía y el consumo. El presidente Clavijo insistió ayer en que nunca se comprometió a realizar una rebaja fiscal si llegaba al Gobierno.
El presidente de la patronal de Las Palmas critica que "no es razonable que la Administración incremente la capacidad para recaudar por la mejora de la actividad y estos fondos vayan a parar al incremento del gasto corriente". Manrique cree que Canarias puede compaginar el cumplimiento de los objetivos de déficit público con bajar los impuestos y lo contrario "es un incumplimiento de los compromisos", añade.
Rebaja necesaria en 2017
Su homólogo de la patronal de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Francisco, comprende la prudencia del jefe del Ejecutivo regional para mantener el nivel impositivo en 2016, hasta comprobar la evolución de la actividad económica y no salirse del marco de la estabilidad presupuestaria. Sin embargo, Francisco cree que en 2017 el Ejecutivo regional puede estar en disposición de reducir el IGIC y otros tributos si el PIB, como se prevé, crece entre el 2,5 y el 3% el próximo año.
El presidente de la patronal tinerfeña aconseja al Gobierno de Clavijo que es "conveniente" bajar la presión fiscal en 2017 para afianzar la recuperación económica en los años sucesivos, dado que con los crecimientos de la actividad que se prevén los niveles de recaudación compensarían la reducción de los tipos impositivos del IGIC, sobre todo el general del 7% al 5%, tal y como estaba antes de 2012.
Por su parte, el presidente del Círculo de Empresarios, Germán Suárez, critica el anuncio del presidente del Gobierno canario de aplazar la rebaja de impuestos hasta dentro de tres años. "No lo vemos bien, se estaba lanzando el mensaje de que podía haber una reducción de la presión fiscal pero ahora la dejan para 2018", critica el empresario.
Suárez ve tintes preelectorales en la decisión del Ejecutivo autonómico. El también presidente de Astican asemeja el anuncio de Clavijo con lo que ha hecho también el Gobierno central, que ha bajado el IRPF y otros impuestos en este año electoral. En su opinión, 2018 es ya un año preelectoral, por lo que realizar una rebaja de impuestos al final de la legislatura es un reclamo de cara a los comicios. El dirigente del Círculo considera que, pese al cumplimiento del déficit, la Comunidad Autónoma dispone de margen para aliviar a las empresas y a las familias de las cargas tributarias.
Directamente vinculadas a los vaivenes del consumo se encuentran las pymes del comercio. El presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme), Prudencio Lorenzo, estima que si el Gobierno quiere reactivar la economía debe reducir el IGIC para que las familias dispongan de más dinero y así poder destinarlo al consumo. Lorenzo advierte de que las recuperaciones que hay del consumo se han debido sobre todo al tirón del sector turístico y a la venta de automóviles, mientras que la demanda interna de las familias se ha mantenido en niveles aún insuficientes para detectar una verdadera recuperación del consumo. "Hay margen económico para que el Gobierno dé la aportunidad a las familias de tener más dinero disponible para poder gastarlo", añade Lorenzo.
Desde el sector turístico, el presidente de la patronal de Las Palmas, Fernando Fraile, considera que el Gobierno "debería darnos una alegría" ya que el principal sector de la economía canaria "soporta" el incremento del IGIC desde que se modificaron los tipos hace tres años. Desde entonces el sector ha bajado los precios y ahora, tras los sucesivos llenos, se están empezando a recuperar. Fraile cree que si el Ejecutivo está incrementando la recaudación por encima de las previsiones esta situación debería trasladarse a la actividad económica.
En una línea similar se pronuncia la presidenta de la Asociación de Constructores de Las Palmas, Salud Gil, para quien "la presión fiscal sobre las pymes es uno de los principales hándicaps para activar la economía". Gil cree que el Ejecutivo regional "debería replantearse" su intención de no tocar los impuestos hasta 2018 ya que de esa forma se impulsaría la generación de empleo y el Gobierno se ahorranía el coste que le supone las prestaciones por desempleo y las políticas activas. Como el resto de los dirigentes empresariales, la presidenta de los constructores afirma que la Comunidad Autónoma cuenta con margen suficiente para iniciar una reforma fiscal ahora que la recaudación es mayor.
