La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Ha sido un horror, pero estamos bien"

La policía acordona durante horas las calles que circundan la oficina del Gobierno canario en Bruselas, cercana a la estación del metro de Maelbeek

Pasajeros y trabajadores evacuan el edificio de la terminal tras registrarse explosiones en el aeropuerto internacional de Zaventem, cerca de Bruselas (Bélgica). EFE

La estación de metro de Maelbeek, situada en la calle de la Loi, se encuentra cerca del edificio de la Comisión Europea y es una de las más próximas a la oficina del Gobierno de Canarias en Bruselas. La bomba estalló a las 9:11 horas en esta parada donde, al menos, dos trabajadoras de esta sede del Ejecutivo regional en la capital belga se habían apeado media hora antes, en un recorrido que hacen habitualmente. Otra empleada se hallaba en un metro que fue detenido tres estaciones más atrás, después de la explosión, y optó por refugiarse en la Comisión Europea donde trabaja su marido.

La zona fue acordonada y nadie podía entrar ni salir de los edificios colindantes, como el del Canarias, y algunos de ellos fueron desalojados. Las comunicaciones se bloquearon y el wassap, la única forma de saber cómo estaban los compañeros y conocidos, echó humo. Al menos una veintena de personas fallecieron en esta estación.

"Es un horror, terrorífico", explicaba ayer consternado el director de la oficina del Gobierno regional, José Miguel Luengo, que vivió los sucesos desde el interior de su vehículo cerca del epicentro de las detonaciones del metro. Pero a través de los mensajes pudo comprobar que los trabajadores de esta sede canaria estaban "todos bien". Los dos eurodiputados isleños, Gabriel Mato (PP) y Juan Fernando López Aguilar (PSOE), se hallaban asimismo en Bruselas en el momento de los atentados. A ninguno les ha pasado nada y, por la comunicación de sus grupos de wassap, tampoco a las delegaciones españolas de ambos partidos.

José Miguel Luengo: Oficina canaria en Bruselas

"El terrorismo golpea a la ciudad pese a estar supervigilada"

El director de la oficina de Canarias en Bruselas, que cuenta con diez trabajadores, José Miguel Luengo, acudía en su coche a trabajar y no pudo acceder a su puesto, pues acordonaron la zona del atentando en el metro. Estuvo tres horas parado en el interior del vehículo, con el móvil incomunicado salvo por los mensajes de wassap. Pudo constatar que todos los empleados de la sede canaria y 42 isleños que tiene censados, y que trabajan en instituciones comunitarias o en asesorías, se encontraban en perfecto estado. Tras conocerse que los perpetradores de la matanza parisina tenían vínculos con la capital belga, concretamente con el conflictivo barrio de Molenbeekm, "era una ciudad supervigilada, con policías y militares por todos lados, como en el aeropuerto", por el que Luengo transitaba día sí día no, bien por viajes o por ir a buscar a autoridades canarias. "Y pese a todo, ponen bombas en el aeropuerto", señalaba incrédulo, además de en la estación de metro situada en el centro neurálgico político en la capital belga. "Es terrorífico", insistía. Considera que ha habido cierta "laxitud" en cercar a los terroristas y, por ello, se sienten "vulnerables". Allí también es fiesta en Semana Santa y muchos aprovechan para viajar fuera.

"Un auténtico horror", que no entiende cómo ha podido suceder con los antecedentes y la enorme vigilancia policial y militar que había. Este tinerfeño lleva 19 años trabajando en Bruselas y va a seguir con su vida normal, aunque nadie le quita el susto del cuerpo ni el temor a que vuelva a suceder. Explica que nada más conocer los atentados en el aeropuerto, que se produjeron en primer lugar, recibieron una llamada del presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, para ver si todos estaban bien.

María José Castellano: Representante de Proexca

"La confianza en las fuerzas de seguridad belgas no es mucha"

María José Castellano es de Tenerife y lleva doce años en Bruselas, donde está casada y con dos hijos que se encontraban ayer en su casa por las vacaciones. "Menos mal", señala. Trabaja como representante de la empresa pública Proexca en la oficina canaria en Bruselas. Cuenta que ella va siempre en metro, y se baja en la misma estación donde estalló la bomba, aunque por la salida más cercana a la sede de la oficina, no por la del atentado. Siente " bastante indefensión y tristeza porque estemos viviendo esta situación". Se refiere a que "la confianza en las fuerzas de seguridad belgas, en su capacidad de controlar, no es que sea muy grande", porque lo que ha pasado en pleno Bruselas "ha sido un fallo de la administración belga que no tiene experiencia en materia de terrorismo", ya que desde hace tiempo se sabía que había cédulas yihadistas camufladas entre los vecinos. No quiere ni pensar qué hubiera pasada "si hubiera llegado media hora más tarde" a la oficina, aunque en su retina persiste la imagen de muchas personas corriendo y no olvida el insistente sonido de las sirenas. Desde las nueve de la mañana cerraron la zona donde están las dependencias de Canarias y a las doce del mediodía aún no sabían cuándo les iban a dejar salir. Lo hicieron sobre la una y media. "Algunos edificios de la Comisión Europea fueron evacuados a primera hora porque eran objetivos número uno", señala.

El caos hizo que recibieran numerosas llamadas al teléfono fijo de la oficina pues los móviles estaban bloqueados. Una de ellas fue la del presidente Fernando Clavijo que "llamó justo en el momento de la explosión del metro, porque estaba telefoneando por el atentado del aeropuerto", explica. El sonido de la bomba no fue muy fuerte pues se produjo en la salida más alejada de la oficina. Pero desde los despachos observaron a personas corriendo, a la policía, a todo lo que se montó en unos segundos, asustados y preocupados.

"El atentado de Francia, y muchos atentados los vinculan con Bruselas y las fuerzas de seguridad belga s no habían tenido interés en el tema terrorista, no era un tema prioritario, y de repente se vieron sobrercargados", afirma. Recuerda que en noviembre hubo una alerta cuatro, como en la que están en este momento, y se paralizó el país tres o cuatro días. "Fue horrible, y ahora a ver qué pasa".

Álvaro González: Técnico en Agricultura

"Han dejado que se forme un nido de terroristas"

Es técnico de la Consejería de Agricultura y lleva desde 2001 trabajando en la oficina del Gobierno de Canarias en Bruselas. Álvaro González, natural de La Laguna, salió de casa temprano, dejó a su mujer en el trabajo y puso la radio. Entonces se enteró de que se había producido una explosión en el aeropuerto belga y fue " intranquilo" a trabajar, "y a las 9: 11 horas explota la otra bomba en el metro que está muy cerca, pero en una de las bocas más alejadas". Fue terrible. "Gente corriendo, la policía, sirenas, y fue un momento de bastante miedo y no sabíamos qué pasaba. El edificio de la Dirección General de Agricultura lo desalojaron pues está casi sobre el metro y todos vinieron corriendo, y se acordonó la zona", cuenta.

Cuando sucedieron los atentados en París, en Bruselas se generó el temor "de entrar en el metro, de ir al cine, al teatro, y ahora que la cosa estaba más calmada pasa esto y da tristeza por las víctimas y porque Bélgica va a seguir siendo un foco para el terrorismo y esto debe ser una llamada de atención a las instituciones europeas". Coincide con su compañera que "la policía belga ha dejado que se forme un nido de terroristas y hay un sentimiento de que no se ha actuado de forma eficaz".

Juan Fernando López : Eurodiputado del PSOE

"La amenaza yihadista es muy difícil de prevenir"

El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar se dirigía precisamente al aeropuerto donde se produjo el primer atentado, pues tenía previsto coger un vuelo a las 9.50 horas en la mañana de ayer. Cuando escuchó que habían puesto bombas en el aeródromo dio medio vuelta. El Parlamento Europeo fue incomunicado totalmente. "Es una situación sin precedentes, con la ciudad ocupada por policías, militares, e impacta que en un aeropuerto que está custodiado siempre por unidades militares se haya podido perpetrar un atentado, lo que indica que la amenaza yihadista es muy difícil de prevenir", explica. Esperaba retornar a Canarias en estos días, coincidiendo con Semana Santa, para lo que le plantearon, junto a otros eurodiputados que también iban a viajar, que fueran en guagua a París. "A la vista de la magnitud de lo sucedido no parece que se vaya a restablecer la normalidad en días o incluso semanas", señaló. López Aguilar lamentó los fallecimientos. A su juicio, "esta amenaza inminente requiere de la construcción de una verdadera estrategia europea de seguridad".

Gabriel Mato:Eurodiputado del PP

"La sensación general es de preocupación y de caos"

Gabriel Mato, eurodiputado del PP residente en La Palma, fue temprano al Parlamento Europeo andando desde su casa en Bruselas. Todo con normalidad. Tenía la comisión de Pesca y le tocaba hablar del acuerdo pesquero con Mauritania. No se suspendió, pero cerraron a cal y canto esta sede y les dijeron que permanecieran dentro y que hoy practiquen el "teletrabajo" desde sus residencias. "Los 16 parlamentarios del PP están bien", señaló. "La sensación general es de preocupación y de caos". Quiere volar mañana a las Islas.

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