La cúpula del PP, empezando por su presidente, Mariano Rajoy, se conjuró ayer para obviar toda referencia a la renuncia del ministro de Industria, José Manuel Soria, que dimitió el viernes acosado por los "papeles de Panamá" y sus contradictorias explicaciones sobre su participación en varias sociedades sitas en paraísos fiscales como Jersey y Bahamas.

La única referencia que Rajoy hizo a los casos de Soria, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, o la senadora y exalcaldesa de Valencia Rita Barberá fue genérica y para insistir en que sigue estando dispuesto a pactar con otras fuerzas políticas medidas de regeneración democrática que eviten "que se vuelvan a repetir esos acontecimientos que a todos nos han abochornado".

Rajoy clausuraba la convención educativa de su partido, celebrada en Zaragoza, y allí se dieron cita dirigentes del PP como la secretaria general, Dolores de Cospedal, o los vicesecretarios Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy, que tampoco hicieron comentario alguno sobre la renuncia de Soria.

Sí hizo uno el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, pero fue en Alicante y para afirmar que el partido no puede pedirle más explicaciones al ya exministro -que también renunció a su acta de diputado y a la presidencia del PP de Canarias- porque ya no es un cargo público, aunque sí dejó caer que es el propio Soria "el primer interesado en explicarse".

En cambio, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, siguió la estela de otros políticos del PP, caso de Esperanza Aguirre, y llamó a "todos los partidos, para todos los casos de similares características", a actuar con la "coherencia y rapidez" del exresponsable de Industria.

El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, calificó la dimisión de José Manuel Soria como "la decisión más concluyente" que se puede tomar en política. "El señor Soria ha tomado la decisión más concluyente que se puede tomar, desde el punto de vista de la responsabilidad política", afirmó en una rueda de prensa De Guindos, que asume la cartera de Soria, en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

"No solamente ha renunciado a ser ministro en funciones, ha renunciado a su acta de diputado, a ser presidente del Partido Popular canario y, además, ha abandonado la política", subrayó el ministro de Economía, quien también ha asumido la cartera de Industria tras la renuncia de Soria.

De Guindos apuntó que el ya ex titular de Industria reconoció "errores de comunicación y contradicciones", y ahora dará explicaciones "desde fuera de la política".

Xavier Domènech, de En Comú Podem, y Aitor Esteban, del PNV, se decantaron porque sea Rajoy, y no Soria, el que dé explicaciones en el Congreso.

Pero quien se empleó con más contundencia fue el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien la renuncia de Soria "enseña el camino" al presidente del Gobierno en funciones. "La historia del PP con la corrupción es como una serie policíaca, cada semana hay en un nuevo capítulo", ironizó. Y en clave de pactos acusó a Podemos de ser "el único que está bloqueando" el cambio, y prometió que seguirá reivindicando "hasta el último minuto" el acuerdo "a tres" (con Podemos y C's).