El Batallón de Helicópteros de Maniobra (Bhelma VI) se constituyó el 26 de abril de 1986. Entonces estaba integrado por seis militares y dos helicópteros modelo BÖ-105 que se desplazaron expresamente al Archipiélago.

Las aeronaves de esta unidad, que forma parte del Ejército de Tierra, se utilizan en el transporte de personal y material militar, pero también intervienen en evacuaciones sanitarias. Mucho han vivido los aparatos y las tripulaciones que han conformado este batallón a lo largo de estas décadas tanto en el Archipiélago como en las misiones internacionales desplegadas en Líbano y Afganistán en las que han participado.

Para celebrar estos 30 años de historia tuvo lugar ayer un acto homenaje en la base de Los Rodeos, que presidió el general jefe del Mando de Canarias, Pedro Galán. Tras pasar revista a las tropas, se procedió a imponer varias condecoraciones a doce militares que han destacado en el desempeño del servicio durante las misiones que se les han encomendado.

El teniente coronel jefe del Batallón de Helicópteros de Maniobra VI, Alberto Tomás Quero Fernández de Tejada, destacó en su discurso el proceso de renovación de la flota aeronáutica que está llevando a cabo la unidad, que pasará a estar compuesta íntegramente por aparatos HU-21, también conocidos como Súper Puma, más modernos y con el doble de capacidad de carga que los HU-18. "Debemos ser capaces de realizar la transición sin que los cambios de formación y adiestramiento del personal se traduzcan en un deterioro de nuestras capacidades operativas", afirmó.

Fernández de Tejada destacó que, en sus inicios, los primeros tripulantes de la unidad debieron aprender a volar en los diversos escenarios que concentra el Archipiélago, en condiciones muy diferentes a las que existen en la Península. Además, tuvieron que acostumbrarse a realizar vuelos prolongados sobre el mar, así como a adquirir gran destreza en las técnica de supervivencia con el fin de prevenir casos de amerizaje.

El teniente coronel recalcó que aunque el personal y los medios que componen la unidad han cambiado en estas tres décadas, no lo han hecho las señas de identidad que definen al Bhelma VI. "Hoy somos más de 200 militares, pero ese sentimiento familiar sigue presente y la amistad nos une mucho más allá de la mera relación laboral", enfatizó.

Durante su discurso, aseguró que el batallón está preparado para desplegarse en cualquier lugar del mundo, pero manifestó que este desafío hace necesaria una actualización de las tácticas que deban utilizar en diferentes escenarios. Concretamente, incidió en la necesidad de mejorar la utilización de los idiomas, "en especial de las comunicaciones en inglés", además del conocimiento de los sistemas de guerra electrónica y la instrucción en los procedimientos de supervivencia.

Sin embargo, destacó que este adiestramiento debe realizarse manteniendo siempre las máximas condiciones de seguridad, siendo respetuoso con el medio ambiente y minimizando las molestias que el ruido de los rotores causa a la población.