¿El sistema internacional de protección de los derechos humanos se ha desarrollado lo suficiente?
Nunca es suficiente, pero eso no nos puede hacer llevar a minusvalorarlo. La protección de los derechos humanos es producto de una evolución tremenda y es mejorable. No obstante, ha avanzado mucho y esperemos que siga así.
¿Qué paso ha sido el más importante?
Si se lleva a cabo una visión histórica, es precisamente el reconocimiento y protección de los derechos humanos, pero, también, los posteriores sistemas de demandas en caso de que se produzcan vulneraciones.
¿La crisis mermó la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales en España?
La crisis ha provocado que mucha gente en España sufra situaciones muy difíciles relacionadas con la vivienda, las prestaciones sociales, el empleo e, incluso, la educación. Tenemos que tener en cuenta, y de un modo especial en épocas de crisis, que las políticas que se adopten han de poseer siempre un enfoque en los derechos humanos. Además, esas políticas deben proteger los derechos económicos, sociales y culturales y velar por el cumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado.
¿La llamada de atención al Gobierno español por el real decreto de 2012 que limitaba el acceso de los inmigrantes irregulares a la asistencia sanitaria es ejemplo de ello?
El derecho a la salud y a la atención primaria es parte del contenido normativo del derecho a la salud y, por tanto, es universal. Con respecto a ese real decreto el comité hizo observaciones generales a España en 2012, precisamente por el acceso limitado a la Sanidad de los inmigrantes en situación irregular que planteaba. Esto no es compatible con las obligaciones internacionales de España.
¿Y han tenido respuesta?
Hubo unas declaraciones esperanzadoras del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, sobre esta cuestión. Pero aún estamos pendientes de la respuesta de España y de que se den progresos en ese sentido para asegurar que el derecho a la salud sea realmente universal. No obstante, de todos los países se puede decir que pueden ser más ágiles y que pueden proteger mejor los Derechos Humanos.
En cuanto a la vivienda, ¿también se han pronunciado sobre casos de desahucio que hayan reclamado los ciudadanos?
Sí, recientemente se ha resuelto un caso sobre una reclamación individual sobre el derecho a la vivienda. Estimamos que la forma de comunicar los distintos momentos del procedimiento de ejecución del desahucio no habían garantizado el derecho a la defensa de la víctima.
¿Está el comité capacitado para imponer sanciones a los Estados?
Hacemos recomendaciones al Estado y éste está obligado a dar debida atención a estas recomendaciones. En algunos casos se recomienda la indemnización a las víctimas.
¿Cuántas peticiones de particulares recibe el comité desde España? ¿Han registrado reclamaciones de algún inmigrante?
Nuestro comité puede recibir denuncias individuales desde 2012. Es decir, reclamaciones de ciudadanos que creen que sus derechos económicos, sociales y culturales han sido vulnerados. El comité ha recibido ya media docena de denuncias de España, pero no recuerdo si alguna procede de algún inmigrante.
¿Cómo valora la actuación que está llevando a cabo la UE con la crisis humanitaria que ha desatado la llegada masiva de refugiados a Europa?
La UE ha sido, evidentemente, inoperante a la hora de responder a un reto nuevo. Y esta inoperancia se ha traducido en un sufrimiento injusto para mucha gente.
¿Y qué opina sobre el acuerdo al que llegó la UE con Turquía para devolver a los inmigrantes que llegan de forma ilegal a Grecia?
El reto de los refugiados supera los recursos que Europa tenía para afrontar una situación así. No me refiero solo a recursos económicos, sino también a políticos, institucionales o jurídicos. Esta situación nos obliga a hacer una reflexión muy profunda y muy valiente para ser fieles a los principios de la Declaración de Derechos Humanos y de cómo afrontar estos retos respetándolos.
¿La experiencia de Canarias en inmigración sirve en algo a Europa?
Canarias, por su situación geográfica e historia, tiene una experiencia única en inmigración. Todos tenemos que aprender de ella, tanto de los errores que se hayan cometido como de la buenas prácticas que existen.
