Francia se ha adelantado a España al procesar a la familia Obiang por lavar en Europa el dinero de las empresas vinculadas al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Su hijo, Teodorín, irá a juicio en París por los delitos de corrupción, blanqueo de capitales, desvío de fondos públicos y abuso de confianza. Se le acusa de invertir 110 millones de las arcas públicas guineanas en propiedades inmobiliarias, joyas, arte y antigüedades, según las conclusiones de la investigación publicadas por El País.

Un caso, el francés, que es similar al que investiga en Las Palmas de Gran Canaria el Juzgado de Instrucción número 5 y la Fiscalía Anticorrupción. Un matrimonio ruso, Los Kokorev, está en prisión desde el pasado noviembre por ejercer como testaferros de Obiang para adquirir propiedades en la capital grancanaria, Lanzarote y Madrid con dinero supuestamente procedente del petróleo guineano.

También se investiga por blanqueo de capitales a Juan Arencibia, un reputado abogado de Las Palmas de Gran Canaria que está especializado en la gestión de empresas y el asesoramiento fiscal. El letrado, tras declarar en diciembre ante el juez, quedó en libertad provisional. Lo mismo ocurrió con dos hermanas suyas.

Arencibia prestó asesoramiento al matrimonio ruso para gestionar sus negocios en Canarias. De ahí que se haya visto ahora salpicado, por su labor como abogado, por la investigación judicial.

Vladimir Kokorev y Julia Kokoreva fueron detenidos en Panamá después de cambiar su residencia canaria por la de Madrid e irse a vivir al país centroamericano. Fue en 2013, cuando la Policía Nacional preparaba su arresto en la capital española por sus vínculos con Obiang. El matrimonio es propietario de Kalunga Company SA, una entidad que supuestamente operaba a través de una sociedad interpuesta para canalizar cobros y pagos de Guinea Ecuatorial.

Dicha sociedad, que tiene su sede en Panamá, estaba vinculada a una cuenta corriente en la capital grancanaria. Entre junio 2000 y diciembre de 2003, una sucursal del Santander recibió 13 transferencias por 26,4 millones de dólares (23,2 millones de euros) de otra cuenta abierta por Petróleo de Guinea Ecuatorial en el Banco Riggs de Nueva York, detrás de la cual estaba la familia Obiang. Por eso la investigación se ha centrado en los Kokorev.

Asimismo hay informes del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Banco de España) que apuntan al matrimonio ruso como receptores de más 30 millones de euros procedentes de las arcas públicas guineanas.

La juez de la capital grancanaria, el fiscal Anticorrupción Luis del Río y la policía llevan investigando la supuesta trama desde 2010. La causa, debido a su complejidad, sigue secreta, aunque parece avanzada y puede que en breve se cierre el caso.

En estos momentos se analiza la documentación intervenida en las propiedades del matrimonio y se sigue la pista de una información revelada por el abogado de los Kokorev en Panamá, que ha declarado como testigo protegido. Esos datos apuntan a más propiedades en Nueva York y a sociedades opacas para lavar dinero en paraísos fiscales. La pareja, sin embargo, ha denunciado al letrado por aprovechar la situación para quedarse con sus propiedades en Panamá.

En Francia la investigación está terminada. Puede, incluso, que el juicio se celebre en enero. Sería la primera vez en Europa que un dirigente africano se sienta en el banquillo por corrupción.

El primogénito de Obiang, de 48 años, acaba de ser promovido por su padre para la vicepresidencia del país. En Francia se le acusa de llevar una vida desaforada de "alcohol, putas y drogas", con valijas diplomáticas cargadas de millones para gastarlo en subastas en Christie's (18,3 millones en dos días), joyas (10,5) o cuberterías (1,8), por citar algunos de sus lujos. Destaca un palacio en la avenida Foch de 101 habitaciones y valorada en más de100 millones. La reforma (12 millones) se pagó con transferencias de la empresa guineana Somagui Forestal en los años en los que Teodorín era ministro de Agricultura y Bosques.