El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, decidió ayer dar un paso al frente para intentar zanjar el debate interno sobre el liderazgo del partido y, más urgentemente, sobre la gobernabilidad del Estado, y convocar unas primarias para el 23 de octubre y un Congreso Federal para primeros de diciembre que abren en canal a la formación política y la pone en riesgo de una fractura de consecuencias imprevisibles. La decisión de Sánchez fue acogida ayer entre los socialistas canarios de muy diversa manera, entre la comprensión y el estupor, y pone de manifiesto ante todo la propia división en el seno del PSC en relación con el liderazgo del actual líder federal, y con el debate sobre el futuro del partido en las Islas y el próximo congreso regional para relevar al actual equipo de José Miguel Pérez, quien anunció hace ya varios meses que no se presentará a la reelección e incluso ha amagado con dejar ya el puesto.
La crisis en el seno del PSOE sorprende pues a los socialistas canarios con una dirección regional instalada en la interinidad efectiva en su mandato y abre distintos escenarios en la lucha por el liderazgo del partido de cara a ese cónclave regional.
La división en relación con el debate federal se solapa con la que hay instalada en Canarias tanto en el ámbito orgánico, como en el político y estratégico y ha tenido sus últimos episodios en las diferentes posiciones en el Parlamento canario en relación con la ley del suelo o con la llamada ley de las 'islas verdes', donde hubo fuga de votos. También se produce esta disputa inédita en el PSOE federal coincidiendo con tensiones graves en el seno del pacto del gobierno entre CC y los socialistas canarios, avalado de manera directa y personal por el propio Sánchez pero que ahora está a punto de encallar. Son los propios partidarios del líder socialista los que en este caso son más críticos con el pacto en relación con aspectos como la propia ley del suelo o la reciente moción de censura nacionalistas en el ayuntamiento tinerfeño de Granadilla.
Aunque la decisión de Sánchez sobre las primarias y el congreso federal cuenta con partidarios y detractores entre los distintos sectores del PSC, hay coincidencia entre ellos en que sus consecuencias en el ámbito federal no se tienen que trasladar milimétricamente al escenario regional. Es decir, la división actual entre afines y contrarios a Sánchez no será la que marque realmente la batalla por el liderazgo del partido en las Islas ya que hay otros factores que serán más determinantes.
Distintas opciones
"No va a haber una traslación mecánica del debate y los resultados del congreso federal al congreso regional como ocurrió en el anterior proceso, porque ahora hay distintos planteamientos cruzados entre sectores de uno y otro lado", señalan algunos dirigentes consultados. Como ejemplo, algunos de ellos señalan que críticos a Sánchez y afines a la líder andaluza, Susana Díaz, posible aspirante a las primarias federales, están enfrentados entre sí en Canarias, y aunque comparten su rechazo a la estrategia del actual líder, pueden jugar distintas opciones en el próximo congreso regional.
Lo mismo cabe decir entre el sector actualmente mayoritario en la Ejecutiva regional, opuestos claramente a la estrategia de Sánchez, pero igualmente distantes del sector de Patricia Hernández, actual vicepresidenta del Gobierno y virtual candidata a la secretaría general del PSC. "Debemos distanciarnos todo lo posible de lo que suceda en el Congreso Federal y tener en Canarias nuestro propio debate sobre lo que queremos para el futuro del partido en las Islas", afirma uno de los dirigentes consultados.
Los partidarios de Sánchez en Canarias, aplauden en general la propuesta del líder aprobada ayer por la Comisión Permanente de la Ejecutiva y que se trasladará al Comité Federal del próximo sábado, entendiendo que el actual estado de división en el partido sobre si permitir o no gobernar al PP y sobre el futuro del proyecto socialista, "debe resolverse en un Congreso".
"Cuando hay discrepancias sobre qué hacer en la investidura, mejor trasladar ese debate a una votación, que elijan los militantes, que cada candidato pueda explicar a los militantes su idea de cómo debe hacer las cosas el PSOE y acabar con los debates en los medios de comunicación. Que las cosas se arreglen votando en el PSOE siempre ha gustado, resolver los conflictos y debatir de la forma más democrática posible. Si hay dos visiones de partido y de estrategia, que se resuelva en unas primarias y en un congreso", insisten los partidarios canarios del secretario general. "La solución es buena, que voten los militantes y que todos asumamos el resultado y definir el proyecto político", insisten.
Los afines a Ferraz recuerdan que Sánchez ganó en Canarias las primarias federales de julio del 2014 y consideran que tiene aún el apoyo de buena parte de la militancia y de los simpatizantes en las Islas, donde se rechaza muy mayoritariamente la posibilidad de una abstención a la investidura de Mariano Rajoy.
"Huida hacia adelante"
Para su críticos, la decisión adoptada ayer en Ferraz es una "huida hacia adelante" del propio Sánchez que corre el riesgo de abrir una "fractura" en el partido de consecuencias imprevisibles. Las primarias y el congreso "no es lo mejor que se puede hacer en estos momentos", aseguran desde este sector. "Acabamos de sufrir un grave revés electoral y dar ahora este paso es muy malo para el partido y sólo puede entenderse como un intento del secretario general de mantenerse por encima de todo, apelando a la militancia de manera inoportuna", asegura un dirigente de la dirección regional.
Según este sector, "dar la voz a la militancia es acertado y necesario, pero depende del momento. No es oportuno hacerlo ahora. El Congreso debe resolver el problema de línea política y divorcio con la sociedad, pero no de esta manera".
Otro dirigente adelanta un Comité Federal "largo, tenso y problemático" el próximo sábado, aunque advierte que "todo lo que sea resolver en un solo acto y sin abrir un debate profundo sobre cómo relanzar el partido, no ayuda". Según este dirigente, un congreso en diciembre "interfiere la posibilidad de trabajar para evitar que haya terceras elecciones", sin aclara en todo caso si eso supone de facto buscar una alternativa de gobierno a la del PP.
Para otros destacados militantes de PSC, la estrategia de Sánchez supone de facto dejar en manos del Comité Federal la estrategia inmediata del partido, primero si se autoriza intentar formar gobierno alternativo al que pretende Rajoy, y paralelamente ir a un congreso federal sobre el futuro liderazgo. Si Sánchez pierde, pierde las dos votaciones y seguramente tendrá que dimitir. "Hay un debate abierto para ver qué se hace en el país y en el partido y están entrelazados. Convocar el congreso y las primarias es trasladar el debate a la militancia", señalan. Creen que el líder del PSOE se ha visto abocado a tomar esta decisión, "aunque el momento no es el más oportuno tras los resultados de Galicia y País Vasco y la incertidumbre sobre la gobernabilidad en el Estado", ante la contestación que su liderazgo ha tenido desde el principio entre buena parte de los barones territoriales".
