Muhtanna Zakarna, el presunto yihadista español de origen palestino residente en Vecindario que fue detenido el fin de semana en Madrid, permanecerá en la cárcel a la espera de que avance la investigación en su contra. El juez José de la Mata, titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia nacional, resolvió ayer decretar para él prisión provisional sin fianza a propuesta de la Fiscalía después de tomarle declaración en sede judicial.

Zakarna, al que se le imputan los delitos de autoadoctrinamiento terrorista y de intento de integración en organización terrorista, fue arrestado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas aunque los agentes de la Guardia Civil que efectuaron la detención trasladaron inmediatamente al investigado hasta Gran Canaria para poder realizar un registro de la vivienda en la que residía, ubicada en el número 16 de la calle Tinajo de Vecindario (Santa Lucía de Tirajana).

El arresto de Zakarna es el fruto de más de dos años de trabajo de las fuerzas de seguridad, que desde 2014 mantenían abierta una investigación por sus presuntas actividades de proselitismo del Estado Islámico. Durante este tiempo, los agentes de la Guardia Civil al cargo de la investigación habían podido constatar la evolución del proceso de radicalización experimentado por el detenido, fomentado sobre todo a través del consumo de propaganda del grupo terrorista alojada en internet.

Persuadido para enrolarse en las filas del Estado Islámico, el ahora procesado habría intentado entrar en Siria al menos en dos ocasiones durante los últimos meses. En julio trató de acceder desde su frontera septentrional con Turquía, pero las autoridades turcas le detuvieron antes de que pudiera cruzar a la zona de combate y tramitaron su expulsión inmediata del país con destino a España. A pesar de esta devolución, Zakarna no fue detenido cuando tomó tierra de vuelta este verano.

Los meses transcurridos entre su primer retorno a España y la detención de este fin de semana sirvieron a los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil para analizar con detalle cada uno de sus pasos a través de un plan especial de vigilancia que fue desplegado de forma discreta en su entorno. Las alertas volvieron a saltar este mismo mes de noviembre, cuando se comprobó que Zakarna estaba tratando una vez más de entrar en Siria -esta vez desde el sur del país- atravesando la frontera que la separa de Jordania.

Los movimientos del detenido provocaron la activación de un dispositivo específico por parte de la Guardia Civil en coordinación con las autoridades jordanas. Las fuerzas de seguridad del país árabe procedieron a interceptar al detenido para tratar de obtener nuevos elementos probatorios sobre la verdadera naturaleza de su viaje. Finalmente, fue entregado a la Guardia Civil para su puesta a disposición judicial en España.

Sin colaboradores

La investigación sobre Zakarna continúa adelante tras su arresto. Los agentes tratan ahora de reconstruir todos los movimientos que el detenido realizó para preparar estos viajes, para lo que ha resultado fundamental el registro de su domicilio en Vecindario, donde el domingo se desplegó una operación para obtener elementos que permitan esclarecer los hechos.

Tras el registro, la Guardia Civil ha declinado la posibilidad de que el presunto yihadista hubiera podido contar con colaboradores y analiza su caso como el de un lobo solitario. "Ahora mismo no hay ninguna línea de investigación donde estemos trabajando en localizar a nadie. Sabíamos que esta persona había convivido con una serie de subsaharianos en este domicilio pero no tenemos ninguna línea de investigación ahora mismo que haga pensar que haya tenido colaboración", reconoció ayer por la tarde el delegado del Gobierno, Enrique Hernández Bento, que a primera hora del día no había descartado este extremo.

En declaraciones a la prensa, Bento ofreció algunos detalles sobre la rutina "relativamente normal" que Zakarna llevaba en Vecindario. El delegado del Gobierno explicó que "este tipo de personas normalmente suelen tener una vida muy tranquila hasta que se demuestra que están trabajando en estas cuestiones de captación o de intentar unirse a las fuerzas que combaten en Siria".

El máximo responsable del Ejecutivo central en el Archipiélago quiso desligar la detención de Zakarna de la comunidad musulmana residente en Santa Lucía de Tirajana. "La gran mayoría de personas que están en nuestro país que profesan la religión que sea no tienen por qué ser presuntamente integrantes de una célula terrorista", recordó. Para Bento, que diferenció la observancia religiosa del extremismo, "la radicalización es mala sea de una confesión o de otra".

Aunque reconoció que "nadie está al margen de un posible atentado", Bento insistió en que el Archipiélago "es un territorio seguro". A su juicio, la detención de Zakarna -la quinta de un presunto yihadista efectuada en Canarias desde 2012- no tiene por qué afectar a las previsiones de la industria turística, fundamental para la economía de las islas. "En materia turística el principal valor que tenemos es este; cualquier persona que decide hoy un destino para viajar creo que lo primero que se pregunta si es un destino seguro y tenemos que seguir trabajando en esa línea", señaló en una entrevista con la cadena Cope. El delegado del Gobierno concluyó su intervención recordando que el trabajo de los cuerpos de seguridad y los servicios de inteligencia es constante y asegurando que "esta no va a ser la última detención".