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Antona escucha ofertas a dos bandas

Los populares exigen a nacionalistas y socialistas que rompan su pacto antes de negociar con ellos

Asier Antona, en el pleno del Parlamento de Canarias. CARSTEN W, LAURITSEN

Tanto Coalición Canaria (CC) como Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) han contactado con el presidente del Partido Popular (PP) en las Islas, Asier Antona, de cara a la conformación de nuevas mayorías que garanticen la gobernabilidad en el Archipiélago. La amenaza de ruptura del pacto que mantienen desde el inicio de legislatura socialistas y nacionalistas ha vuelto a cobrar intensidad y los populares se dejan querer, pero aclarando a ambas partes que no se prestarán a asumir un papel activo en el fin del acuerdo.

Antona marca sus tiempos. Primero CC y PSC deben finiquitar su relación como estimen más conveniente y después, negociar con él para alcanzar una mayoría que sostenga al Ejecutivo; claro está, contando también con otras formaciones para cimentar la operación.

La principal duda que gestionan ahora mismo los populares es si el pacto se romperá o resistirá el nuevo impacto. Creen que el pacto seguirá adelante, pese a los embates. Hace menos de un mes presentaba un estado de gravedad funcional y se logró salvar in extremis, si bien la adenda firmada por las partes no ha conseguido aliviar el saco de los agravios. Los municipios tinerfeños de Granadilla, Arico y Puerto de la Cruz son ejemplos de que Coalición no controla a sus huestes en la medida en que requieren los socialistas. Estos se levantaron del Consejo de Gobierno el lunes para evidenciar su desacuerdo con el reparto del Fondo de Desarrollo de Canarias. Suma y sigue.

A los populares les toca escuchar a todos, pero es Coalición el compañero de viaje elegido. Las diferencias ideológicas que existen entre ambas formaciones son más livianas y el contexto político nacional aconseja que sea este y no otro el matrimonio. Además, resulta más factible sumar a esa mayoría a la Agrupación Socialista Gomera (ASG) de Casimiro Curbelo que lograr convencer a Nueva Canarias (NC) de viajar en un pacto con PP y PSC.

La cena del martes

El martes por la noche el presidente regional, Fernando Clavijo (CC), cenó en el restaurante La Solana de Santa Cruz de Tenerife con el presidente del PP canario. Es cierto que la conversación no fue monográfica. Se pusieron sobre la mesa abundantes cuestiones y entre las que más tiempo consumieron se incluye la agenda canaria en Madrid, pero, evidentemente, no le fue a la zaga la posibilidad de caminar juntos durante el resto de la legislatura. De nuevo, Clavijo se encontró la respuesta de Antona, que, en traducción libre, fue: "Primero ventilen y después limpiamos la casa".

La misma que se encontrará el PSC, con el agravante de que en este caso ni tan siquiera existe feeling. La vicepresidenta de las Islas, Patricia Hernández, no ha regado el jardín, descartando desde el inicio la posibilidad de tener a los populares como aliados. Por su parte, estos no se ven en un Gobierno regional con Hernández al frente. A ello se ha unido la crisis interna de la formación, tanto en el ámbito nacional como en las Islas, que ha desembocado en la creación de sendas gestoras. Es cierto que tampoco los nacionalistas andan sobrados en capacidad para mantener prietas las filas, pero el elemento diferenciador de la convergencia ideológica da ventaja a CC.

Si los populares no quieren figurar como responsables de la ruptura del matrimonio y ya que este tiene toda la apariencia de estar roto, lo lógico sería que alguna de las partes diera un paso al frente.

¿Por qué no sucede? El principal impedimento para los nacionalistas es el presupuesto para 2017. Necesitan que se apruebe y eso hoy solo lo garantiza el PSC. Cuando estén aprobados el cantar será otro, lo que lleva el cronograma del divorcio hasta casi enero. Por parte socialista, Patricia Hernández sabe que mantenerse en el Ejecutivo en caso de romper la baraja es prácticamente imposible, lo que significaría el cese de un buen número de afiliados y los consiguientes enfados. En su objetivo de alcanzar el liderazgo del partido en las Islas no parece una buena estrategia. Las dos formaciones se mueven en el filo.

En cuanto a la necesaria participación de los gomeros en una nueva mayoría, se da por segura, por más que el martes Casimiro Curbelo afirmara que el actual acuerdo CC-PSC "no se rompe ni queriendo ellos". Además, consideró el pacto como "el mejor para Canarias" en caso de que los socios no se comporten como "niños pequeños". Y para rematar recetó "reflexiones políticas serias, serenas, en los órganos correspondientes" de los partidos. Quien quiera entender que lo haga.

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