Canarias ya tiene presupuesto para 2017. Se cumplió el guion y, a pesar de las diferencias que han exhibido en los últimos meses, Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) sacaron adelante las cuentas juntos. Hito alcanzado, lo que no significa que se cierre definitivamente el complejo caso de la continuidad del pacto que mantiene en el Gobierno regional a ambas formaciones.

De hecho, el presidente del Ejecutivo isleño, Fernando Clavijo, señaló antes de iniciarse la maratoniana sesión monográfica de este martes que ahora se abre un proceso de "reflexión" para determinar el futuro de la gobernabilidad del Archipiélago.

Clavijo luce otra cara desde que el lunes, en el Consejo de Gobierno, se clarificó el panorama para el Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). Pierde alrededor de 20 millones de euros sobre los 160 iniciales y no se reparte con arreglo a la triple paridad, como quería CC, sino conforme a la mecánica que se sigue para distribuir la recaudación que se deriva del Régimen Económico y Fiscal (REF): el 58% para cabildos y ayuntamientos, y el 42% restante, para la Administración regional.

Pero el argumento sustancial defendido por los nacionalistas es que este plan, parido al calor de la condonación por parte de Madrid de la compensación por la extinción del Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas (ITE) no se pierde. Estuvo a punto de ocurrir cuando sus socios socialistas se aliaron con Partido Popular (PP) y Nueva Canarias (NC) en la ponencia del entonces proyecto de ley de presupuestos para vaciarlo en favor del gasto puramente social.

Así se lo recordó el portavoz del grupo de NC, Román Rodríguez, a los integrantes de la bancada del PSC-PSOE, a quienes afeó que "en 22 días" hayan pasado por tres posiciones diferentes respecto a la distribución de esos fondos para finalmente retornar al principio, "al reparto clientelar" del dinero.

Lavandera (PSC) responde

Negó el portavoz socialista, Iñaki Lavandera, que todo haya quedado como el primer día. Es más, sacó pecho y reivindicó para su grupo la autoría de la maniobra para que finalmente sea el REF el que marque la pauta del reparto introduciendo, además, un principio de "solidaridad teniendo en cuenta la doble insularidad" que soportan las islas no capitalinas.

Adaptando las palabras de Lavandera a lo ocurrido durante las últimas semanas, los cuatro representantes socialistas en el Ejecutivo canario abandonaron el 28 de noviembre el Consejo de Gobierno disconformes con el reparto bendecido por Clavijo, forzaron la máquina amenazando con terminar con el Fdcan concebido por sus socios de CC y, con ello, forzaron a estos a pactar con el PP una fórmula -la actual del modelo de reparto del REF- a la que finalmente se sumaron ellos. Más leña al fuego. No obstante, Lavandera lamentó que "gran parte del debate" de ayer lo consumieran los 160 millones del ITE cuando las cuentas aprobadas ascienden a 7.300,6 millones de euros.

La nueva evidencia de las diferencias sirvió para que la mayor parte de los grupos de la oposición se refirieran de modo irónico, cuando no directamente jocoso, a la turbulenta relación que mantienen los socios de gobierno. El jefe de la oposición, Asier Antona (PP), deseó que la época navideña surta al pacto de "concordia, amor y paz". Mientras, Noemí Santana, portavoz de Podemos, lamentó que el PSC-PSOE vuelva a hacer "de muletilla", informa Efe, para sostener, con la colaboración del PP, a Coalición en el poder.

Hasta el último minuto dio juego el Fdcan para el cuerpo a cuerpo parlamentario, con Román Rodríguez solicitando a los socialistas "liarse la manta a la cabeza" para votar "lo que sienten", es decir, la dedicación de la mayor parte de los fondos al gasto social, y Casimiro Curbelo, líder del grupo Mixto que integra la Agrupación Socialista Gomera (ASG), pidiendo lo mismo a la bancada del PSC pero para hacer justo lo contrario: "Respetar lo que ayuntamientos y cabildos han estado preparando durante un año" o, lo que es lo mismo, aceptar el reparto que llevó a sus consejeros a dejar la reunión del Gabinete de Clavijo hace poco más de tres semanas.

El presidente canario, que aparece más relajado y con rostro menos severo, continúa teniendo ante sí una decisión difícil. Mantener el pacto aparece como la apertura de un breve periodo hasta la próxima crisis. Los encontronazos abundan. Los nacionalistas no pueden sujetar a sus representantes municipales, con Granadilla de Abona como máximo y más reciente, pero no único, exponente. A ello se suman las presiones sobre la consejera de Obras Públicas, Ornella Chacón (PSC-PSOE) para conseguir que el Cabildo de Tenerife se haga con una competencia regional como es la de carreteras. En sentido contrario, CC no digiere el desplante, primero, y el continuo conflicto, después, en torno al Fdcan.

Todo ello sin que los socialistas hayan contado, hasta el reciente nombramiento de la gestora, con José Miguel Rodríguez Fraga al frente, con un referente claro con el que tratar la escalada de tensión. El secretario general de CC, José Miguel Barragán, celebró ayer precisamente la existencia de un portavoz autorizado socialista con el que abordar las discordancias, porque "la crisis se tiene que acabar" y "esto no puede continuar así". Y eso que tanto él como el jefe del Ejecutivo canario reconocieron que "el Gobierno está funcionando bien" en lo que se refiere a resolver problemas de la ciudadanía.

Entre lo malo y lo peor

Expuesto de manera tan cruda, los días del pacto están contados -no se descarta-, sin embargo, el conflicto admite otro punto de vista. ¿Qué ocurriría si Clavijo destituye a los consejeros socialistas? Los nacionalistas abordarían más de dos años con un gobierno en minoría y dependiendo del PP y ASG para sacar adelante sus iniciativas. Tampoco el panorama es el ideal.

Al menos 2017 está salvado en lo que toca a los presupuestos. Con muy escasa aceptación a las cientos de enmiendas presentadas por los grupos de la oposición, CC y PSC las sacaron adelante. "Nos habría gustado dedicar mayor inversión al gasto social", admitió Lavandera, "pero estos presupuestos tienen un claro acento social y ponen las necesidades de las personas por encima de cualquier otra cuestión", añadió.

Ese carácter social fue el que también dio a la ya ley la nacionalista Guadalupe González Taño. La diputada palmera destacó, entre otras cuestiones, "el incremento de los fondos que se destinan a nuevas tecnologías y al fomento de la internacionalización" de la economía del Archipiélago. Además, criticó a los grupos enmendantes por no indicar en muchos casos la partida de la que detraer el dinero que requerían para otra cuestión. "Es interesante", incidió tirando de ironía.

A juicio de Jorge Rodríguez (PP) -este miércoles es nombrado senador por la Comunidad Autónoma en sustitución de la nueva delegada del Gobierno, Mercedes Roldós-, las cuentas suponen "una magnífica oportunidad perdida" para afianzar la recuperación en las Isla. Por su parte, Concepción Monzón (Podemos) criticó la ausencia de una "fiscalidad progresiva" que haga que paguen más quienes más tienen.

También a los impuestos dedicó parte de su intervención inicial Román Rodríguez, quien afirmó que los recientes cambios introducidos por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "pasan por la izquierda" al pacto CC-PP. "Es muy fácil ser más progre que ustedes", zanjó.