Los tulipanes de la rotonda cercana a Plaza Jandía en San Fernando brillaron ayer con más intensidad que nunca. Las sonrisas y caras de ilusión de los vecinos de la zona y foráneos que deambulaban por sus calles anunciaban que el sorteo del Niño se había portado más que bien este año, dejando nada más y nada menos que 825.000 euros repartidos entre trabajadores del barrio. De esta manera, el propietario de Maspacolor, un punto mixto de servicio de revelado de fotos y administración de lotería, José Miguel Rodríguez más conocido como 'Semi', se mostró pletórico al comunicar que había vendido 11 boletos del número afortunado, 95379, con un segundo premio de este sorteo del día de Reyes que jamás olvidará.

Hace sólo tres años que tiene instalada la administración y la suerte no le ha tratado nada mal. "Dimos un cuarto del Gordo de Navidad en 2014 y otro en 2015 y aunque el 2016 nos saltó, nos compensó con un segundo del Niño, y de qué manera", comenta el propietario con alegría a rebosar. Así, es la primera vez que otorga una recompensa de esta envergadura en este sorteo que los ha hecho gritar de emoción.

Gritos que sonaron en el pueblo y que hicieron aún más mágica la jornada de ayer en Maspalomas, sobre todo al saber que está bien repartido y entre personas que lo necesitan. "Sé seguro que ha tocado a trabajadores, porque muchos me llamaron según se enteraron y dos de ellos, por ejemplo, estaban trabajando en Varadero cuando supieron la noticia", explica Rodríguez mientras fija que cree conocer a la mayoría de los que han sido afortunados. "Estos que me llamaron, que siempre vienen a jugar quinielas, compraron uno cada uno con un bote que tenían", señala.

Además de vecinos "de toda la vida", el dueño del establecimiento cuenta que son muchos los turistas que pasan por su negocio tras un paseo por el mercado que se organiza detrás de Plaza Jandía o entre comidas en alguno de los restaurantes establecidos en su misma calle. "Viene gran cantidad de alemanes a comprar números de todo tipo para llevarse a sus países", determina, consciente de la afluencia constante de foráneos en el municipio de San Bartolomé de Tirajana después de 25 años en el mismo local con el servicio fotográfico.

Rodríguez especifica que todos los números fueron vendidos a través de máquina y que hasta el día anterior a la celebración del sorteo fueron algunos conocidos los que adquirieron el afortunado. "Él lo compró ayer a las dos y diez de la tarde, me acuerdo perfectamente porque me estaba peleando con el banco", bromea a la vez que hace un gesto amistoso a uno de los galardonados con 75.000 euros fruto de un boleto con suerte.

Como el empresario, Orlando Hernández es vecino de toda la vida de San Fernando, aunque actualmente trabaja en Alemania y sólo está de paso por su pueblo para celebrar las Navidades en compañía de su familia. "Lo cogí ayer, casi a última hora, por tradición y eligiendo ese número por mi padre fallecido", explica aún sin creerse la noticia que conoció gracias a una vecina. "Me dijo que había tocado en el pueblo y le dije mis números para que me los mirara y resultaron premiados dos, uno con el segundo del sorteo y otro con un reintegro", puntualiza con una sonrisa de oreja a oreja mientras recuerda el grito que su madre dio al enterarse de la buena nueva.

"Vivimos al lado y yo sé que usará el dinero para ayudar a su madre a arreglar su casa", añade el vendedor y amigo del suertudo. A pocos centímetros, una de las empleadas de una agencia de viajes cercana al local cuestionaba si la fortuna había tocado en la puerta de su lugar de trabajo o no. "Lo compramos aquí, pero los que participamos no estamos seguros de si está premiado o no, porque mi jefa lo metió en la caja fuerte que tenemos y hasta el lunes no saldremos de dudas", relata la joven, con ganas extrañas de que sea ya ese día de la semana que tanto cuesta empezar.

Sin duda, la de ayer fue una jornada de Reyes diferente para este pueblo de San Bartolomé y los más cercanos al barrio agraciado se sintieron, de una forma u otra, ganadores, porque El Niño les dejó la mayor cantidad de dinero repartida este año en la provincia de Las Palmas.

Haya tocado o no, el buen humor reinaba frente a los tulipanes testigos. Sentados en terrazas de la calle favorecida, abriendo regalos en el bar de al lado o conociendo la noticia del segundo premio, los presentes disfrutaron de cielo celeste y sol resplandeciente, porque ya se sabe que las Islas son siempre afortunadas, con o sin sorteo.