El enfrentamiento entre Coalición Canaria y el PSOE por la gestión de la Consejería de Sanidad cuando eran socios de gobierno y tras la ruptura se escenificó ayer en la tribuna de oradores del Parlamento regional. La que fuera vicepresidenta, Patricia Hernández, acusó al presidente Fernando Clavijo y a la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, de intentar "desprestigiar" y "destruir" la sanidad pública para desmantelarla en favor del sector privado. "La gestión sanitaria y de las listas de espera iban bien hasta que usted mandó parar las operaciones", espetó Hernández al jefe del Ejecutivo regional.

La dirigente socialista negó con contundencia que el gasto sanitario pusiera en riesgo la estabilidad financiera de la Comunidad Autónoma y que fue el principal argumento utilizado por Hacienda para el cierre presupuestario que se aplicó en septiembre del año pasado. Esta decisión le sirvió a Hernández para cuestionar la gestión de Rosa Dávila al frente de la Consejería de Hacienda. "Usted dijo dos mentiras: la ley de estabilidad no obliga a adelantar el cierre presupuestario y la Consejería de Sanidad no tenía déficit en septiembre, al contrario, usted estaba tan enrocada en su batalla ideológica y personal con el señor Morera que no supo distinguir que una cosa es la Consejería de Sanidad y otra el organismo autónomo del Servicio Canario de la Salud", criticó la presidenta del grupo parlamentario socialista dirigiéndose a la titular de Hacienda.

Antes de lanzarle los reproches a Clavijo por la gestión de Sanidad, Hernández sí defendió la actuación de los consejeros socialistas en el Gobierno en las áreas que detentaron como la prestación canaria de inserción, el sistema de dependencia, los desahucios hipotecarios, empleo, carreteras o las nuevas normas de transparencia de la Administración autonómica.

A juicio de Patricia Hernández, el Gobierno en minoría que lidera Clavijo se caracteriza por un nacionalismo "rancio", que pone en cuestión los logros realizados por anteriores gobierno para articular la región. "No se puede confiar en usted", aseguró dirigiéndose al presidente del Ejecutivo.

También la violencia de género salió a colación en el enfrentamiento entre los antiguos socios de gobierno. La dirigente socialista criticó a Clavijo por referirse a las mujeres como "frágiles" y "vulnerables", lo que utilizó Hernández para tachar al nacionalista de usar "estereotipos sexistas" superados. En la réplica el presidente mostró su malestar por las insinuaciones de machismo de la diputada socialista.

Clavijo afirmó que no puede estar orgulloso de la gestión que hizo el PSOE en la Consejería de Sanidad, y advirtió que el cierre presupuestario se hizo para beneficiar a ese departamento y poder pagar las nóminas de diciembre del personal sanitario. Clavijo, en respuesta a la intervención de Patricia Hernández, indicó que es "tremendamente injusto" decir que el cierre afectó al pago de los proveedores cuando lo que ocurría era que "peligraba la nómina de diciembre".

El presidente respondió a la bancada socialista que él no puede mirar a los ciudadanos sabiendo que "se han invertido 312 millones de euros más y que las listas de espera se han incrementado en 9.000 personas".

El Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) fue también objeto de enfrentamiento entre los exsocios ya que fue el detonante de la ruptura. De hecho, mientras Hernández criticó que se utilice este instrumento para enfrentar a las islas y hacer "farolas", el jefe del Ejecutivo le recordó a la dirigente socialista que los principales líderes insulares del PSOE y alcaldes han manifestado su respaldo al Fdcan y defendió que se trata de que todas las islas avancen a la misma velocidad tanto desde el punto de vista económico como social.