La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha acordado reabrir la investigación que había sido previamente archivada por el promotor de la Acción Disciplinaria de este órgano, Antonio Jesús Fonseca-Herrero, respecto del magistrado de la Audiencia Provincial de Las Palmas Salvador Alba Mesa, por grabar a varios de sus compañeros jueces cuando deliberaban en una estancia de la sede judicial.

El promotor había acordado el archivo de las actuaciones, iniciadas a raíz de una denuncia de la asociación Jueces para la Democracia (JpD) tras la publicación en varios medios de comunicación del contenido de dos grabaciones presentadas por el propio Alba en un Juzgado en el que se tramita un procedimiento en el que está personado.

Tras revisar la decisión del promotor disciplinario, los siete vocales que integran la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces ha acordado comunicarle que debe continuar con sus investigaciones sobre este asunto. Estas diligencias se unen a las que se tramitan contra Alba desde el pasado mes de noviembre por actuar de forma irregular durante su investigación al empresario Miguel Ángel Ramírez y utilizar esa causa para perjudicar a su antecesora en el juzgado de instrucción, Victoria Rosell, que en ese momento era diputada nacional por Podemos.

En su día, JpD denunció ante el CGPJ la publicación de la transcripción de esas conversaciones grabada por Alba a sus compañeros, y que dicha información incluyó casi 15 minutos de grabación a los cuatro magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia "debatiendo asuntos altamente comprometedores sobre casos abiertos". Los grabados fueron Emilio Moya, presidente de la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas, el propio Salvador Alba, José Luis Goizueta y Carlos Vielba.

Una de las grabaciones recoge conversaciones mantenidas por esos magistrados mientras que la otra se trata de un encuentro de Alba con un abogado. El promotor acordó el archivo de la diligencia informativa al considerar que en la primera de las grabaciones no se revela ningún hecho conocido en el ejercicio de la función judicial, sino que se trata de conversaciones informales sobre temas personales y profesionales; y que la segunda también trata de hechos ajenos a la función judicial, que afectan a la esfera privada de algunas personas, por lo que carece de relevancia disciplinaria.