NC vuelve a ser clave en la agenda política y económica estatal. El voto de su diputado en el Congreso, Pedro Quevedo, decidirá el devenir de los planes del Gobierno central sobre la senda económica y presupuestaria para el próximo año. Un día después de la aprobación definitiva en el Senado de las cuentas públicas del Estado para el 2017, el ministerio de Hacienda vuelve a poner la vista en el nacionalista canario que las ha hecho posible con su apoyo durante la tramitación previa del proyecto en la Cámara baja. Ahora, unos días antes de que el Consejo de Ministros apruebe la propuesta de techo de gasto para el 2018, el paso necesario para elaborar los Presupuestos para ese año y que deberá ser refrendado en el Congreso en el pleno del próximo 11 de julio, el Gobierno necesita otra vez del apoyo, activo o pasivo, de Quevedo para seguir con sus planes de consolidación fiscal de las administraciones públicas.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha iniciado ya los contactos previos con los grupos políticos para negociar el techo de gasto, y aunque oficialmente se muestra dispuesto a negociarlo con el PSOE como lo hizo el año pasado para el del 2017, reconoce que el contexto interno en las filas socialistas hace prácticamente imposible alcanzar un acuerdo. De hecho, la Ejecutiva federal del PSOE decidirá con casi total seguridad la próxima semana rechazar cualquier tipo de apoyo a la política económica del Gobierno de Mariano Rajoy y por ende al techo de gasto. Esa posición del principal partido de la oposición volverá a convertir a Quevedo en el diputado 176 que decidirá el futuro de las cuentas en la votación de dentro de quince días.
El diputado de NC no necesitará en esta ocasión apoyar tácitamente la propuesta del Gobierno, sino que su abstención será suficiente para que ésta obtenga más votos a favor que en contra y por tanto pueda ser aprobada.
El Ejecutivo espera sumar a los 137 votos del PP (incluidos los de UPN y Foro Asturias), los 37 de Ciudadanos, los cinco del PNV, y el de Ana Oramas, de CC, exactamente los mismo votos que contó para rechazar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos de 2017 tras tres empates consecutivos a 175. Para el techo de gasto del 2018, y dando por hecho el rechazo del PSOE, el voto de Quevedo es imprescindible para que el Gobierno pueda empezar a elaborar los nuevos presupuestos estatales y cuyo proyecto tendrá que presentar en el Congreso antes del 30 de septiembre.
Quevedo se limita a considerar por ahora que el Gobierno no se ha dirigido aún a él para abordar esta cuestión y que tampoco lo hizo durante las pasadas negociaciones presupuestarias. En todo caso, asegura que espera conocer la propuesta del Ministerio de Hacienda y que decidirá entonces, aunque recuerda que él se abstuvo en la votación para el techo de gasto con el que se elaboraron las cuentas del 2017 que acaban de aprobarse definitivamente.
Dado que la previsión del Ejecutivo es incrementar ligeramente el gasto para el 2018, la posición que baraja NC como principal alternativa es la de una nueva abstención, que en definitiva daría luz verde a la propuesta de Montoro.
En todo caso, Quevedo asegura que exigirá al Gobierno una "mayor flexibilidad" en las sendas económicas y presupuestarias de las comunidades autónomas y que aquellas que, como en el caso de Canarias, han sido cumplidoras con los objetivos de estabilidad puedan disponer de más capacidad de gasto y de unos presupuestos expansivos.
Se da la circunstancia de que Quevedo, pese a los acuerdos alcanzados con Montoro en materia presupuestaria, algunos con alcance y aplicación en el 2018, apoyará hoy la reprobación del ministro propuesta por el PSOE por la amnistía fiscal aprobada en 2012 y contra la que se ha pronunciado el Tribunal Constitucional. Oramas, sin embargo, respaldará al ministro y rechazará la reprobación.
El Gobierno central ha señalado que el techo de gasto para el 2018 debe atender el cumplimiento del objetivo de déficit del 2,2 % del PIB para el conjunto de las Administraciones Públicas (1,2 % para la Seguridad Social, 0,7 % para la Administración Central, 0,3 % para las comunidades autónomas, y el equilibrio presupuestario para las entidades locales). Para el 2017, el Gobierno fijó el techo en 118.337 millones, 5.000 menos que en el año anterior, pero equivalente a lo ejecutado al final del 2016. Montoro ha adelantado que para el 2018 ese techo no subirá por encima del 2,3 %.
En la misma línea, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha señalado que "el planteamiento es menos restrictivo que en los últimos años porque hay un crecimiento importante que se refleja en los ingresos tributarios y la reducción del déficit, que no es tan importante como en años anteriores y deja algo más de margen dentro de los presupuestos austeros en los que todavía nos movemos".
El Gobierno someterá antes de nada su propuesta de objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para las comunidades autónomas durante los tres próximos años al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPPF) del próximo jueves, y luego lo llevará a un Consejo de Ministros el lunes 3 de julio. En esa misma reunión se abordará el informe del ministerio de Hacienda y Función Pública sobre el grado de cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria de las regiones y en el que se señala a Canarias como una de las incumplidoras con la regla de gasto al sobrepasar en 138 millones el techo del 2016. Canarias reclama precisamente mayor flexibilidad para verse limitada en su capacidad de gasto por la regla impuesta para el conjunto de comunidades independientemente de su situación financiera.
