El Gobierno central maniobró ayer para acercar la aprobación, la próxima semana, del techo de gasto que permitirá la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2018. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció la relajación en una décima del objetivo de déficit para los dos próximos años. La medida resulta insuficiente para el Gobierno canario, que quiere centrar el diálogo en la flexibilización de la regla de gasto.
La diputada de Coalición Canaria (CC), Ana Oramas, y la consejera de Hacienda del Gobierno regional, Rosa Dávila, se reúnen hoy con Montoro en Madrid. La parlamentaria nacionalista dará su apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy si las Islas obtienen más margen de maniobra a la hora de gastar excedentes presupuestarios generados a lo largo de cada ejercicio -más ingresos fiscales de los previstos, por ejemplo- o remanentes de tesorería de años anteriores.
Los populares conocerán el viernes la postura canaria. El ministro ha convocado para ese día al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que reúne a los consejeros regionales de Hacienda. En la última cita, Dávila le tributó una sonora abstención. ¿Variará su postura? Del encuentro de hoy depende lo que ocurra mañana.
En ese último CPFF, las comunidades autónomas del PSOE exigieron oxígeno y eso han obtenido. El límite de déficit para el próximo curso pasa del 0,3% al 0,4%, mientras que en 2019 aún se tolerará una décima, cuando estaba previsto que fuera el primer año sin descuadres en las cuentas regionales.
El guiño precede al encuentro, también hoy, del presidente Rajoy y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo estatal quiere el apoyo del principal partido de la oposición a la hora de escribir el primer capítulo para las cuentas del año próximo. Si lo consigue, algo que parece incompatible con la estrategia definida por Sánchez tras su reelección, las exigencias canarias pasarán a la categoría de aspiraciones, porque no serían imprescindibles los votos de CC y Nueva Canarias (NC) en la Cámara Baja.
Dávila, que acude al encuentro de hoy con el ministro de Hacienda en calidad de vicesecretaria de CC, se mostró tajante sobre la idea que debe centrar la reunión: "Esperamos un acercamiento a la realidad de Canarias que no pasa por el déficit, sino por la adecuación de la regla de gasto". La responsable principal de las cuentas isleñas no quiere que una medida preventiva obligue a dejar de atender necesidades de los ciudadanos cuando la comunidad autónoma tiene dinero en los bancos para afrontarlas.
Por su parte, la diputada Ana Oramas explicó que llegan a la reunión de hoy con el ánimo de "escuchar" la propuesta del ministerio y que insistirán en su reclamación de que se permita al Archipiélago y el resto de autonomías cumplidoras gastar el superávit.
Montoro tiene fácil cubrir las demandas de las Islas. Cuenta con el argumento diferencial del cumplimiento fiel de los límites que marca Madrid. Además, evitará con ello truncar la aspiración del PP de incorporarse al Gobierno canario. Más aún cuando la obligación de conformar mayorías lleva a los populares a contentar a casi todos. Prueba de ello es la rebaja del IRPF para las rentas más bajas pactada ayer con Ciudadanos y que costará al Estado, en concreto a la Seguridad Social, 2.000 millones.
