Verdad y Justicia. Nueve años después de que un MD-80 de la extinta aerolínea Spanair se estrellase en el aeropuerto de Barajas con 172 personas a bordo, la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 (AVJK5022) no ceja en su empeño por esclarecer las causas del accidente aéreo del 20 de agosto de 2008 en el que murieron 154 pasajeros y sobrevivieron 18 ciudadanos.
La asociación insiste una vez más en la apertura de dos comisiones: una de carácter técnico y otra de tono político. La función de la primera de ellas estaría centrada en revisar el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), que fue tildado de "nefasto e infame" por parte del vocal de la junta directiva del colectivo, Federico Sosa, al considerar que "echa tierra" sobre los elementos que provocaron que aquel avión iniciara la que fue su última carrera de despegue. Para Sosa, este documento -que culpó del siniestro a los pilotos de la aeronave- contribuyó al cierre de la causa penal.
A través de la otra comisión que reivindican los afectados, la asociación persigue que se revise la normativa de aviación civil y se corrijan, señaló, "todos los errores que condujeron a la tragedia" para que no vuelva a ocurrir nada parecido.
La creación de un organismo multimodal de investigación de accidentes múltiples del transporte como consecuencia de lo anterior es otro de los anhelos de la AVJK5022. "No es de recibo que la Ciaiac, que está denostada a nivel internacional, dependa del Ministerio de Fomento. Tiene que ser, como ocurre en los países de nuestro entorno, que sea independiente y dependa del Congreso. Fomento no se puede investigar a sí mismo cuando ocurre una tragedia de este tipo", remarcó Sosa.
Los familiares de los fallecidos confían en que, nueve años después, se haga justicia y se abra de nuevo la causa penal. Los dos actos de memoria y recuerdo que se celebraron ayer en Las Palmas de Gran Canaria -junto a la escultura Luces en el vacío de Las Canteras y la placa conmemorativa en la Plaza de la Memoria- estuvieron cargados de mucha emoción y de algún momento de tensión.
Los familiares apenas podían contener las lágrimas. Tanto las piezas musicales interpretadas por Piroska Doughty con la compañía de un violonchelo, miembro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, como los poemas recitados por los familiares y allegados de las víctimas y las ofrendas florales compusieron los actos que estuvieron coronados por un manifiesto reivindicativo: "¿Qué oculta esta tragedia para que sea tan difícil llegar al fondo de la verdad y que los negligentes tengan que dar cuenta de sus actos ante la Justicia, que debería apartarlos de sus funciones por no haber sido capaces de proteger la vida de 154 ausentes que faltan de nuestras casas desde el 20 de agosto de 2008?"
En Las Canteras los familiares no solo depositaron rosas blancas en la escultura Luces en el vacío, sino que también lanzaron al mar flores mojadas, en algunos casos, por las lágrimas de tristeza al recordar las vidas que segó el siniestro aéreo. En la Plaza de la Memoria, asimismo, se colocó también una corona de flores como señal de homenaje.
Cada familiar acudió a los actos con el recuerdo de sus seres queridos muy presente. Máximo Díaz Delgado fue uno de ellos. Su madre, Lidia Delgado, falleció en el siniestro. Ella volvía de unas vacaciones, que tuvieron un trágico final. En aquel entonces, él tenía 25 años. Ahora han pasado nueve y su recuerdo late con fuerza en su interior. "Como todos los años es un día de recuerdos, un momento difícil. Reivindicamos justicia y luchamos por sus memorias. El amor de madre es único", apunta.
Nutrida presencia política
Numerosos políticos estuvieron presentes en los actos de homenaje. El presidente del Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, quiso dar su apoyo, respeto y consuelo a los familiares de las víctimas y supervivientes que acumulan nueve años "esperando verdad y justicia". Asimismo, el jefe del Gobierno canario se mostró a favor de una de las peticiones más reivindicadas por los afectados por el siniestro aéreo: la apertura de una comisión de investigación que no solo dé tranquilidad a los familiares de los fallecidos, sino que también extraiga resultados concretos sobre el accidente para evitarlos en el futuro.
El vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, también expresó su solidaridad a los familiares, a los que reconoció su "iniciativa" y "la manera de dejarse la piel" durante casi una década "para que todo se esclarezca". Torres subrayó que una vez que el Senado cerró la puerta a la creación de una comisión investigadora, la Corporación insular aprobó en sesión plenaria y por unanimidad solicitar al Congreso que inicie las pesquisas oportunas "para saber todo lo que ocurrió" y para que un suceso así "no vuelva a pasar".
El vicepresidente del Ejecutivo regional, Pablo Rodríguez; el primer teniente alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste; las diputadas nacionales María del Carmen Hernández Bento, Meri Pita y Carmen Valido; o la diputada regional Concepción Monzón se encontraban también entre los políticos presentes en los actos.
