Yulia Maleeva, periodista de 65 años, espera por la libertad provisional sin fianza. Ayer se celebró la vista en los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria sobre el recurso de apelación interpuesto por Antonio José Cabrera, abogado de la esposa de Vladimir Kokorev. El matrimonio hispano-ruso acusado junto a su hijo Igor de ejercer como presuntos testaferros del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, lleva dos años en el centro penitenciario de Juan Grande, al sur de Gran Canaria, tras ser detenidos por la Interpol en Panamá en octubre de 2015 y extraditados a España.
El abogado pidió en la vista la libertad de Yulia Maleeva alegando motivos humanitarios y planteó que la prisión provisional es una medida de aplicación excepcional y a su cliente se le acusa de un presunto delito de blanqueo de capitales, cuya pena máxima es de seis años de cárcel, de los que ya ha cumplido dos sin ser juzgada. El pasado agosto la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria, Ana Isabel de Vega, decidió prorrogar por un máximo de dos años más la prisión provisional a Vladimir, Yulia e Igor Kokorev.
El abogado de Yulia Maleeva señala que no existe riesgo de fuga y destaca que esta carece de antecedentes penales y policiales, es ciudadana española, tiene domicilio y vinculación económica con España así como arraigo familiar. Residirá tras su libertad en espera de juicio en Las Palmas de Gran Canaria en un inmueble de su propiedad. La insularidad es propiamente otro elemento respecto a la inexistencia de un grave riesgo racional de fuga, expone. Evidentemente, ha de ternerse en cuenta su edad y la de su esposo enfermo y con problemas incluso de movilidad, y se debe valorar especialmente que ya estuvo en libertad bajo fianza en Panamá (desde el 11 de septiembre hasta el 31 de octubre de 2015) sin evadir la acción de la justicia y aceptó voluntariamente la extradición, indica.
Antonio José García Cabrera, presidente de Lemat Abogados, recalca que la acusada ya ha cumplido la tercera parte de la pena y que la prisión provisional no es una condena anticipada. "Han cumplido ya una pena de dos años, los que les permitiría incluso disponer de permisos penitenciarios si estuviésemos hablando de una condena firme", subraya. "Estaríamos hablando de un anticipo de pena", recalca. "Está en peor condición que un condenado", asevera.
Su marido está esperando aún que se celebre la vista judicial del recurso de apelación sobre la negativa de la libertad provisional. En la causa se intenta esclarecer la procedencia de más de 26 millones de dólares en las cuentas del matrimonio procedentes de las arcas públicas guineanas. Para el abogado de Yulia Maleeva, no parece razonable que se la mantenga en prisión desde ningún punto de vista humanitario ni jurídico. Argumenta que la jurisprudencia europea ha venido reconociendo el derecho a la aplicación de medidas alternativas a la prisión provisional. Considera que se han vulnerado los derechos humanos a nivel europeo y si no le conceden la libertad llevará el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
