Partido Popular (PP), Podemos y Nueva Canarias (NC) no están dispuestos a facilitar la renovación del Consejo Rector de la Radiotelevisión Canaria (RTVC), que tiene dos puestos vacantes desde que en diciembre de 2015, hace casi dos años, dimitieran María José Bravo de Laguna y María Antonia Álvarez. Las tres fuerzas políticas se abstuvieron ayer en la votación para determinar si las candidatas a ocupar las vacantes -Marta Cantero, propuesta por Coalición Canaria (CC), y Carmen Zamora, propuesta por el Partido Socialista Canario (PSC-PSOE)- reúnen las condiciones necesarias para ello. Aunque ambas profesionales lograron el plácet de la comisión de control de la RTVC gracias a los votos favorables de los dos partidos proponentes y de Agrupación Socialista Gomera (ASG), la negativa en forma de abstención del bloque que el PP integra junto con Podemos y NC -dos organizaciones que sobre el papel están en las antípodas de los populares- condena al proceso de renovación del Consejo Rector a alargarse hasta el extremo, en principio hasta enero.
El asenso de CC, PSC-PSOE y ASG a las dos aspirantes es suficiente para declararlas idóneas para el cargo, lo que encamina el proceso de renovación del órgano de la RTVC hacia el pleno de la Cámara autonómica, que es el que en última instancia aprobará o rechazará los nombramientos. Y ocurre que los votos de los 36 diputados de CC (18), PSC-PSOE (15) y ASG (3) no bastarán en una primera votación en sesión plenaria para cubrir las dos vacantes en el Consejo Rector, ya que para ello hace falta el sí de dos tercios del Parlamento, es decir, de 40 diputados. Si esa primera votación tuviera lugar este mes, el bloqueo de PP, Podemos y NC -salvo que mediara un cambio de parecer en alguno de estos grupos que hoy se antoja como poco improbable- obligaría a celebrar una segunda votación en diciembre, una votación que sería en iguales términos que la primera -volverían a hacer falta 40 votos-, lo que, en definitiva, retrasaría los nombramientos de Cantero y Zamora al menos hasta enero, habida cuenta de que la ley de la RTVC impone que la segunda y siguientes votaciones sean en plenos que se celebren "dentro del mes siguiente" al último en que no se haya conseguido el quorum necesario.
Y ¿por qué se destrabaría el proceso en una tercera votación? Porque en esta bastaría con el apoyo de tres quintos de la Cámara para que las dos profesionales propuestas se incorporasen definitivamente al consejo rector, y tres quintos de la Cámara son justamente 36 parlamentarios, los mismos que suman CC, PSC-PSOE y ASG. Aunque nacionalistas y socialistas intentaron que la primera votación fuera en el pleno de los próximos días 28 y 29, el bloque que se opone a renovar el consejo se negó, lo que parecía conducir el proceso hacia la sesión que se celebrará a mediados de diciembre. Sin embargo, en el PSC-PSOE consideraban ayer la posibilidad de solicitar la convocatoria de un pleno extraordinario que tendría lugar en la jornada del 29, justo tras finalizar la sesión ordinaria y empleando así la misma estrategia parlamentaria que pusieron en práctica PP, Podemos y NC en su intento de destituir al presidente de la RTVC, Santiago Negrín, un intento para el que también forzaron a celebrar un pleno fuera de calendario. De optar los socialistas por esta vía, la previsible tercera votación sería en enero.
Posturas inamovibles
De hecho, esa previsible tercera vuelta la daban ayer por descontada todos los grupos. No en vano, en CC y el PSC-PSOE son conscientes, aún más tras la comisión, de que convencer al PP, Podemos o NC de la conveniencia de los nombramientos es una tarea prácticamente imposible, lo que hace a su vez imposible conseguir los 40 votos necesarios para imprimir la máxima velocidad al proceso de renovación del Consejo Rector.
Los portavoces de los populares, Luz Reverón; Podemos, Juan Márquez; y NC, Román Rodríguez, evidenciaron que sus grupos no están por la labor de apoyar los nombramientos de Cantero y Zamora y completar así el órgano rector de la RTVC. Frustrado su intento de destituir a Negrín por la abstención de los diputados socialistas, el particular tripartito que conforman los de Asier Antona, Noemí Santana y el propio Román Rodríguez entiende que ni CC ni el PSC-PSOE han tratado de ganarse su apoyo para las designaciones, hasta el punto -se quejaron- de que no tuvieron conocimiento de las propuestas de ambas periodistas hasta apenas "horas antes" de la comisión.
Tanto la portavoz de CC, Guadalupe González Taño, como su homólogo del PSC-PSOE, Gustavo Matos, hicieron hincapié en la oportunidad que se abre para renovar el consejo. Matos insistió en que los socialistas quieren que se cubran las vacantes antes de una eventual destitución de Negrín, y del nombramiento de un eventual sustituto, "porque no es lo mismo elegir entre dos [solo dos consejeros acompañan hoy al presidente en el órgano rector] que entre cinco". Es más, el portavoz del PSC-PSOE en la comisión se esforzó en poner de manifiesto un pretendido contrasentido en el hecho de que PP, Podemos y NC quieran echar a Negrín cuanto antes y, sin embargo, frenen la renovación del órgano, que es el paso previo al que los socialistas vinculan la sustitución de Negrín.
La postura de las tres fuerzas políticas parece, no obstante, inamovible. No cuestionaron la valía profesional de Cantero y Zamora -aunque deslizaron dudas sobre la relación de esta última con el PSOE, para el que ha prestado sus servicios- pero repitieron, en palabras de Rodríguez, que son "candidatas de partido" que, en el fondo, servirán para "prolongar la desastrosa gestión de Negrín", dijo Reverón.
Tanto Zamora como especialmente Cantero fueron, paradójicamente, muy críticas hacia el actual presidente de la RTVC. "Un gestor que no es capaz de generar consenso no es un buen gestor", apuntó la periodista propuesta por CC, quien como su colega se mostró partidaria de un modelo plenamente público, si bien puntualizó que una televisión pública puede estar igualmente "intervenida". Tan es así, enfatizó, que tan necesario es "despolitizar" la televisión pública como "desmediatizar" la política; en otras palabras: acabar con las llamadas de políticos para tratar de influir en la línea informativa de los medios.
Una y otra dejaron claro que no están vinculadas a ningún partido y coincidieron en la necesidad de "profesionalizar" la televisión, "que tiene que ser el medio que todos los habitantes reconozcan propio". "No solo no gano con esto, sino que puedo perder mi apariencia de independencia", recordó Cantero.
