Las cofradías religiosas de Las Palmas de Gran Canaria respaldaron ayer las palabras del obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, que manifestó haber sentido "más tristeza" al descubrir el apoyo casi unánime a la hora de votar con la máxima puntuación a la drag ganadora del Carnaval. Y es que según el comunicado emitido por los cofrades, la actuación de Borja Casillas es una "triste y blasfema parodia" que no debería haber pasado a la final, si no que tendría que haber sido "descalificada en la preselección".

Para las cofradías, con el resultado que elevó a lo más alto del podio a Drag Sethlas, tras un número en el que salió vestido de virgen y, después, de Cristo crucificado se ha confirmado al universo "la mediocridad de un amplio sector de la sociedad grancanaria, la bajeza moral y cultural de gran parte de sus habitantes". Un hecho que achacaron a que los principales periódicos nacionales se hicieron eco del espectáculo que tildaron también de "esperpéntico" y sobre el que, además, aseguraron que los demás obispos "ya se han pronunciado y transmitido que sienten dolor por tan descarado desprecio e inútil representación".

En su queja, las cofradías señalaron que "la transgresión, las bromas, la tolerancia, todo lo que se quiera, es admisible, pero la provocación y ofensa al mundo católico raya lo delictivo". E interpelaron sobre la existencia en España de una legislación que asegure "que exhibir imágenes dolosas pueden constituir apología y exaltación de violencia insultante". Por ello, también aseveraron que Guillermo García-Panasco, fiscal jefe de Las Palmas, tiene la "obligación de estudiar con detenimiento el alcance de la ofensa y el desprecio" que, según ellos, se ha realizado a través de los medios de comunicación a la Iglesia Católica.

En este sentido, el sector cofrade se preguntaba qué hubiese ocurrido si Borja Casillas "hubiese parodiado a Mahoma", añadiendo como respuesta en el escrito que "posiblemente" la drag "no llegaría completa a su casa, y la empresa patrocinadora tendría que cerrar definitivamente sus puertas". Y añadieron que "si un simple chiste sobre el profeta despierta la venganza incontenida de sus seguidores, ¿qué pasaría si el atropello cometido por el torpe candidato fuera dirigido a esa colectividad que tanto respeto depara a sus creencias?"

Por último, las cofradías informaron sobre lo "patético" que les pareció observar cómo Borja Casillas "se santiguase bañado en lágrimas" al enterarse que acababa de convertirse en el nuevo ganador. "¡Que Dios perdone tanta miseria!", concluyeron el artículo en el que también otorgaron un "rotundo suspenso" a quienes permitieron la puesta en escena de la drag el pasado lunes, "especialmente a los responsables de la concejalía de Carnaval". Un texto en el que recalcaron que "el sambenito de nuestra incultura religiosa ha quedado ya registrado en el amplio mundo moral y civilizado de los continentes".