Adentrados ya en el mes de septiembre, y con los responsables de la parcela deportiva del Cabildo de Gran Canaria disfrutando del último tramo de su periodo vacacional, en las próximas semanas se va a acelerar la elección del nuevo presidente del Herbalife Gran Canaria. En este proceso, el nombre de Enrique Moreno aparece muy bien colocado.
El tiempo apremia. La voluntad del Gobierno insular, máximo accionista del club, es que el sustituto del dimitido Miguelo Betancor sea el que represente al conjunto amarillo en la primera cita oficial de la temporada, la Supercopa Endesa, torneo en que el equipo claretiano, actual campeón, ejerce como anfitrión.
O sea, que antes del 22 de este mes, día en que se da el pistoletazo de salida a la competición con la disputa de las seminales (Herbalife-Real Madrid y Unicaja de Málaga-Valencia Basket) en el Gran Canaria Arena, la idea de Ángel Víctor Torres, vicepresidente del Cabildo y consejero de Deportes, es que el nuevo mandatario del Granca se siente en el palco del coliseo de Siete Palmas como cabeza visible de la entidad en lugar de Óliver Armas, presidente interino desde el pasado mes de junio.
Desde el Gobierno insular se pretende que el nombre elegido para el cargo cuente con el consenso de todas las fuerzas políticas representadas dentro del Consejo de Administración del club claretiano.
Así pues, llega el momento de acelerar las gestiones para ocupar la vacante dejada por Miguelo Betancor, cuya dimisión al término de la pasada temporada cogía por sorpresa a los responsables de la parcela deportiva.
Desde finales de mayo, fecha en que se hacía oficial la marcha del anterior dirigente, varios son los nombres que han salido a la palestra para ostentar un cargo que se ha caracterizado por los continuos vaivenes en las últimas décadas.
En el listado de candidatos que han visto a la luz, a pesar de que el Cabildo en esta ocasión desdeña dar cualquier tipo de pistas, un nombre sigue sonando con fuerza. Se trata de Enrique Moreno, letrado del club amarillo que ha estado ligado a la entidad durante casi tres décadas de distintas formas.
En cuanto a sus opciones de ser presidente, el abogado del CB Gran Canaria manifiesta que "no ha existido aún un ofrecimiento formal" por parte del Cabildo. Eso sí, reconoce que mantiene unas relaciones "fluidas" tanto con Ángel Víctor Torres como con Oliver Armas por las funciones jurídicas que desempeña en el conjunto grancanario.
También deja entrever que, si se le llegara a ofrecer la presidencia, aceptaría por el amor que le profesa a esos colores, a los que lleva ligado más de treinta años. Conoce a la perfección los entresijos de la casa, viviendo momentos cruciales en la historia del equipo.
Hombre de peso en la junta directiva que presidía Lisandro Hernández, era el encargado del apartado económico y financiero del club. En su día, vivió en primera persona momentos históricos. Por ejemplo, la transformación en Sociedad Anónima Deportiva hace ahora 25 años, y también la ampliación de capital que convirtió al Cabildo en accionista mayoritario de la entidad claretiana.
