La escritora grancanaria Fátima Embark y la catalana Merche Murillo acaban de publicar su tercera novela a cuatro manos bajo el seudónimo de Wendy Davies. Las dos primeras, Recuerda que me quieres y Una estrella en mi jardín, vieron la luz a través de editoriales de pequeño alcance, pero ahora han dado el salto con Instant Karma a Sopa de Letras, filial de Penguin Random House.
La novela cuenta la historia de Rin, un chico con síndrome de Asperger, perdido en una adolescencia más complicada de lo normal. "Siempre le ha costado mucho relacionarse con el resto de personas así como entender el mundo que le rodea", explica la autora grancanaria. Y en este contexto, continúa, conoce a Vía, una chica de su edad cuya personalidad se ubica en el otro extremo. "Es muy abierta, sociable, excéntrica y tiene una obsesión mal sana con el Karma", apunta Embark. De esta manera, se cruzan las vidas de un personaje femenino enmarcado en lo que la sociedad entiende como normal y otro que no lo es. Pero, nada es lo que parece, ya que en realidad sus personajes se comportan al contrario de lo que plantean las convenciones sociales. "Queríamos expresar la idea de que las etiquetas no se corresponden con la realidad", explicó la escritora.
Fátima Embark se formó en ciencia puras, pese que se planteó estudiar periodismo y ahora ejerce como ingeniera técnica en Química Industrial. Mientras, su compañera de aventura es profesora y de su experiencia en la docencia se desarrolla el personaje de Rin, que está inspirado en un alumno que tuvo en sus clases. Además, su personaje bebe de influencias de El Principito, de Saint Exupéry, al ser de alguna manera como ese niño que vive en otros planeta, ama incondicionalmente y, posteriormente, a la tierra sin entender a las personas. "Queríamos que Rin tuviera esa esencia y que se lo cuestionara todo", expone. En sus anteriores trabajos tomaron como referencia Peter Pan y Alicia en el País de las Maravillas.
Las dos escritoras se conocieron a través de sus blogs literarios: Divagando entre líneas, de Embark, y Perdidas entre páginas, de Murillo. Una editorial se puso en contacto con ellas para proponerles un reto literario. "Nos emparejaron y ahora somos familia y vamos a seguir trabajando juntas", señala y explica que "es complicado al ser dos cabezas distintas y porque tenemos gustos literarios diferente, pero tenemos mucha confianza la una en la otra, hablamos mucho y ponemos todas al descubierto en busca del equilibrio, porque nuestro objetivo es que el lector que lea este libro no sepa que somos dos personas", señala.
