María Luisa Cabrera Rodríguez expone la muestra Contracorriente en el Centro de Inciativas Culturales de la Caja de Canarias (Cicca) hasta el próximo 26 de mayo con un grupo de pinturas que recrean principalmente el mar de la costa de Gran Canaria. Además, la pintora grancanaria, que se centra principalmente en temas relacionados con la isla, muestra su versatilidad al incluir desde cuadros clásicos, de tipo más bien impresionistas, con otros modernos cercanos al surrealismo. En esta ocasión la autora utiliza una técnica en pastel y óleo en títulos tan sugerentes como Misteriosa donde una ola de gran amplitud aparece entre la eferevescencia y el declive realizada con unos sutiles tonos de azules que recuerdan a Sorolla. O ¿Será el futuro? muy cercano, en esta ocasión, a las obras freudianas de Dalí. Sin embargo, para la autora no existen influencias y estas pinturas han surgido espontáneamente por su afición a pintar.

"No pinto para que se expongan o vean mis cuadros", reconoce. "Es porque me gusta y me relaja, porque pintar es lo que me hace escapar del mundo." añade. Esto es así que incluso subraya que le disgusta vender sus obras porque para ella esto supone como desprenderse de "algo íntimo". La artista, por tanto, trabajaba para la simple satisfacción personal, hasta que un día el expresidente del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra, quedó fascinado con sus pinturas. "Él es quien presenta todas mis exposiciones", señala, y quien, hasta cierto punto, ha logrado que la obra de María Luisa Cabrera puesda estar expuesta para el disfrute de los aficionados a la pintura. "En mis cuadros está presente el mar porque yo nací en San Cristóbal, viví en Las Nieves de Agaete, y ahora en San José y desde cualquier casa en la que he vivido lo primero que veo es el mar", añade.

Por otro lado, el presidente de la Escuela Luján Pérez, Cristóbal García del Rosario, realiza un comentario elogioso sobre su obra al afirmar que "refleja rasgos esenciales, constantes eternas y valores autóctonos del ser de Canarias, como lo hicieron en su día los forjadores de la Escuela Luján Pérez" . Para Del Rosario, la pintora grancanaria "acaricia la forma con rigurosidad, utiliza el color sólidamente, sin brusquedad, creando una atmósfera donde flota el sentimiento, la sencillez, la poesía y la belleza".