Su música recuerda a la naturaleza, la tranquilidad. ¿Qué busca transmitir?
Crecí con música e historias alrededor del fuego y compongo canciones para hacer sentir. Ese es mi propósito, algo para la mente, algo para el espíritu. Además, hablo de paz, pero sobre todo de la condición humana. Quiero hacer música para hacerte ir más allá, hacerte sentir y hacerte pensar, para hacer llorar, reír, o bailar. Creo que bailar es una parte muy importante del espíritu, cuando bailas sueltas muchas cosas que llevas dentro.
¿Dónde se inspira?
De todas partes. Me inspiro en los lugares, en la naturaleza. La inspiración reside en cuántos sonidos tiene la ausencia de sonido. La inspiración reside en todo. Mi familia, mis hijos? Me inspiro en la vida y en el mundo.
¿Cuándo decide reflexionar con música?
Antes escribía poesía. Empecé con la música en la universidad, a finales de los 90. Escribía mucho. Y después quise transmitir poesía con música. Las palabras tienen poder. Me gusta usar códigos y palabras para transmitir una energía más fuerte que las balas o el hambre. Porque ese es otro interés, viniendo de mi continente africano. Así que como artista africano contemporáneo eso es algo en lo que estoy interesado, contar historias que son relevantes en el ahora. Desde el primer álbum la psicología y la filosofía han estado presentes en mis canciones.
El Rototom tiene el sello de festival familiar . ¿Tiene un público definido o su música es para todo el mundo?
Me gusta pensar que mi música es para todos. Es mi intención. Hago música para personas, no importa la edad, el sexo o tu origen. En esencia, la música es el lenguaje con el que se puede cruzar fronteras. Así que no debería importar quién eres o de donde vengas. Mi intención y mi esperanza es transmitir a todo el mundo. Me gusta que la gente sienta mi música y sientas cosas cuando la escucha.
¿Cómo define su estilo?
No me gusta definir un estilo, aunque a veces me vea forzado a hacerlo. Por actuaciones en festivales, por radios, por el mercado..., diría afrofussion, pero siempre digo cuando me preguntan que es "la nueva canción del Kalahari". Pero no quiero etiquetarme. Crecí alrededor de muchos estilos musicales y seguí descubriendo más estilos a través de la radio .
Pero en una sola canción mezcla diferentes estilos.
Exacto. Eso es lo que siempre hago desde el primer álbum. Ese es quien soy en la música. Hablo seis idiomas y he vivido en muchas partes del mundo. Todo forma parte de quién soy a nivel personal. Hace referencia a Namibia, al desierto de Kalahari...
¿Cuál es la imagen que quiere transmitir de su país?
Que es uno de los países más tranquilos de la tierra. Es tranquilidad. Quizás es por eso que esa sensación se transmite en mis canciones. "Si no te encuentras a ti mismo en Namibia nunca te encontrarás en ningún otro lugar", eso es algo que siempre decimos. En cuanto al desierto del Kalahari... Es espacio y cielo azul. El cielo más azul que verás nunca. Todo es plano, ves todo el firmamento y nada te priva de una sola parte del cielo. A través de esa imagen del cielo puedes ver tu camino en la vida, puedes ver tu destino.
¿Qué expresa con la canción Black man ? Quizás sea la más política de Beautiful World .
Quería hacer una canción que hablara de cuál es nuestra responsabilidad como hombres negros. Quería indagar en la condición del hombre negro en la era post independiente de Namibia. Black man es una canción espiritual, política. ¿Qué significa ser negro en el mundo? Habla sobre cómo nos sentimos sobre nosotros mismos y como se siente el mundo hacia nosotros. Qué es el continente africano para nosotros y qué es para todo el mundo.
¿Cómo se califica música?
Me veo como un activista musical. Me gusta explorar el espíritu humano. Crecí en la última época del apartheid y me interesan las cosas que nos conectan, las que nos rompen... Creo que todo el mundo es activista. Es nuestra manera de luchar por el mundo que queremos porque si nosotros no lo hacemos, nadie lo hará. Todos tenemos el derecho y la responsabilidad de hablar del mundo por lo que todos somos activistas. Yo soy activista musical, desde el convencimiento de que uso la música para hablar de las cosas que nos importan.
