A lo largo de los últimos años, desde el momento en el que rodar en Canarias supuso la obtención de jugosas ventajas fiscales para las productoras de la industria cinematográfica, Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en una ciudad de cine.

Estrellas como Brad Pitt y Marion Cotillard pasearon por las calles de la capital, que durante unos días se convirtieron en Casablanca para que Robert Zemeckis dirigiera a ambos actores en Aliados.

No han sido los únicos. En esa lista también aparecen Uma Thurman - Down a dark hall, aún sin estrenar-, Shirley MacLaine, Jessica Lange y Demi Moore -Como reinas-, Belén Rueda y Natalia de Molina - No dormirás-, Ángela Molina - El último traje-, o Luis Tosar y José Coronado - Cien años de perdón-.

Las Palmas de Gran Canaria no ha sido el único escenario de la Isla que ha destacado en la gran pantalla. La saga de Fast&Furious rodó una escena en el Puente de Silva. El norte de Gran Canaria, en concreto Teror y Sardina (Gáldar), acogieron algunas escenas de Palmeras en la nieve -Mario Casas y Adriana Ugarte- y el sur de la Isla fue protagonista en Como sobrevivir a una despedida -Úrsula Corberó-.