De maestro a aprendiz. De referencia de la grada a un mimbre que apunta galones de mando. Juan Carlos Socorro (Caracas, Venezuela 13-05-1972), exfutbolista de la UD Las Palmas durante 11 temporadas y segundo entrenador amarillo, reflexiona con su compatriota Juan Guerra (Caracas, Venezuela, 16-02-1987) sobre los valores del cuadro amarillo.

"La UD Las Palmas es lo máximo en Gran Canaria. Vestir la amarilla para mí es lo más grande. Y sé que para Juan también será especial", detalla Socorro, que debutó con el cuadro grancanario el 9 de febrero de 1992 en La Condomina ante el Murcia. Germán Dévora era el técnico y la zurda de oro con solo 19 años firmó el único tanto amarillo en la derrota (2-1).

Socorro, que cuenta con la doble nacionalidad, defendió los intereses de la selección española en categorías inferiores y luego representaría a la absoluta de Venezuela en la Copa América de 1997, cita a Guerra los valores para triunfar de amarillo. "Que sea él mismo, que no cambie, se le fichó por sus condiciones y ahora solo debe plasmarlas en el terreno de juego", concreta.

El olfato de Socorro detecta el arte de Guerra. "Es lo que en Venezuela se conoce como un cinco. Centrocampista elegante y trabajador. Y desde estos cimientos, debe ganarse la confianza del míster Juan Manuel y competir como uno más".

Socorro se emociona para dibujar el partenón amarillo. El teatro de los sueños de gloria. "El Estadio Insular, salvando las distancias, era como para Boca Júniors la Bombonera. O para el Real Madrid el Santiago Bernabéu. La afición era muy caliente e inteligente; pero sobre todo con una carga de pasión". Guerra toma nota.

Pero el profesor Socorro dobla la apuesta por el éxito del cerebro Guerra. "Ha sido internacional sub 20 con Venezuela y sabe muy bien lo que debe realizar", finaliza.

Y el emblema deja paso al futuro. Socorro cede a Guerra su turno. De caraqueño a caraqueño. El medio acepta el desafío. Sueña con ser importante.

"Hay un grupo increíble, que mezcla talento y juventud. Y ganas de triunfar", dice Guerra.

Lucha encarnizada

Juan Guerra, que ayer fue una de las piezas más destacadas del entrenamiento, abraza la competencia encarnizada por hacerse con el puesto de director de orquesta. "Cuando uno llega a un equipo siempre es difícil; pero debes dar el todo por el todo", detalla ante Socorro.

Sobre el riesgo del exceso de canteranos, Guerra garantiza el éxito. "Pero hay jugadores veteranos en el equipo; hacemos un balance que es positivo, jóvenes con experiencia y conforma un proyecto hermoso", puntualiza.

Socorro aconseja a Guerra que patente su espíritu de lucha y coraje. Y el centrocampista mantiene la llama de un sello de gladiador. "Soy agresivo y aportaré lo mejor para que el míster pueda elegir lo mejor".

'Pájaro' Vera

El ídolo de Guerra es el centrocampista Pájaro Vera -que fue capitán de Venezuela-. "Cuando firmé en Caracas, él estaba en la plantilla y jugamos en la misma posición. Me ayudó mucho y aprendí de su talento".

Y en Europa, Guerra adora el nivel y las prestaciones de Mascherano. Orden y disciplina, los pilares del nuevo arquitecto de la UD. Socorro, por su parte, alza la mano. "Aquí triunfarás", sentencia la zurda de oro. Guerra ya tiene padrino. Un mentor de oro y diamantes.