Bienvenidos al corazón del imperio 'manque pierda'. Moya, el Heliópolis tropical. Juan Manuel Domínguez (Moya, 1945) abrió las puertas de su Museo Bético de la Villa de Moya a dos símbolos. Rafa Gordillo, presidente de la Fundación Real Betis, y Alexis Trujillo, secretario técnico, perdieron el sentido en el Prado verdiblanco. Lideraron la comitiva que superó el medio centenar por el garaje de este carpintero, que entregó diez cajas de bizcochos de Moya al internacional Gordillo.
Desde 1964 guarda y clasifica recortes de prensa, llaveros, fotografías, carteles de partidos, carnés de socio, equipaciones, latas, colonias, vasos y hojillas de afeitar. Un universo de fantasía que ayer vivió una noche mágica. "Gordillo cautiva por su gentileza; se han quedado de piedra. Es un orgullo que estén en Moya y se lleven productos de la tierra. Me han obsequiado con camisas, carteras y tarjetas, espero que no sean 'black", bromea el coleccionista.
Su garaje es un santuario, lugar de peregrinaje para los fieles auténticos. Y en la puerta, el Viva el Betis 'manquepierda' en 20 idiomas. Su colección de cromos (desde 1974) y de carnés (1955) son oro puro.
El directivo Miguel Catalá y el presidente de la Federación de Peñas Juan de Dios Álvarez le hicieron entrega de calendarios y fotos de Mel y su plantel. "En estos dos millones de artículos está mi vida; seré bético hasta en la tumba". Destacan 200 llaveros y los carnets de socio 1955. Artículos de prensa de 1969 y las invitaciones para una cena de festejo de la Liga 1934/35 firmado por el plantel. "Es el producto estrella; pero todos respiran en mi corazón. Amo al Betis y así será hasta la eternidad". Quedaremos (2-3) pero subirá la UD", añade. El libro 'La luz de Miki Roqué' estará en su museo en breve. Moya es verdiblanca. En la puerta del garaje, la frase 'Viva el Betis manque pierda' en 20 idiomas. Y el bético más feliz del mundo.
