¿Qué tal ha pasado estos días por Gran Canaria?
Bien, han sido unas vacaciones relámpago que decidí a última hora junto con mi mujer [Blanca Ares, exjugadora internacional y del CB Islas Canarias] para desconectarnos un poquito y tener puro descanso estos días. Ni siquiera hemos llamado a algunos buenos amigos que tenemos por aquí. Ése era el objetivo, desconectar.
¿Y lo ha logrado?
Sí, bueno, siempre hay mucha gente que de forma muy amable se acerca a uno para pedir una fotografía o un autógrafo pero, repito, de una manera cordial y amable. Pero sí, han sido dos días muy bonitos, donde además hemos tenido buen tiempo por el sur.
¿Por qué eligió Gran Canaria como lugar de desconexión? ¿Ha tenido mucho que ver el pasado de Blanca Ares por aquí?
Bueno, siempre que estamos por aquí tiene algo que ver, pero esta vez ni hemos podido llamar a Mingo Díaz y Begoña Santana, con los que siempre quedamos para comer o cenar, porque ambos tienen un lugar muy privilegiado en el corazón de Blanca. Hemos pensado donde tendríamos un lugar con buen tiempo y relativamente cerca de casa, con una distancia asumible, sin tener un vuelo largo [su residencia está situada en Marbella, Málaga] y realmente no hay unas circunstancias mejores.
¿Cómo valora el turismo y la gente de aquí?
Muy bien, hay un componente extranjero que agradeces porque así también pasas algo más desapercibido, si no la verdad es que hubiera sido un poco agobiante porque después de lo que hemos logrado este verano y con la repercusión que ha tenido... En cuanto a la gente de aquí, es fantástica, siempre muy cariñosa y con educación cuando se querían acercar a nosotros. Es algo que también te da energía para tu trabajo, para tu pasión que es ésta, la de jugar al baloncesto. Realmente para mí es casi más una pasión que un trabajo. Sobre todo porque sirve para dar muchas alegrías y para hacer pasar a la gente momentos emocionantes.
¿Ha conseguido digerir ya el éxito logrado en el Eurobasket de este verano?
Bueno, francamente soy una persona que relativiza mucho, tanto los éxitos como los fracasos. No estoy dándole muchas veces a lo que ha pasado o ha dejado de pasar. Obviamente ha habido muchísimo compromiso por parte de todos y me quedo con eso. Ha sido una sensación de haber hecho junto a mis jugadores, el cuerpo técnico y todo el mundo algo especial.
Acumula tres medallas de oro europeas con la selección española (2009, 2011 y 2015). ¿Sabe igual o el éxito logrado con anterioridad deja un sentimiento distinto?
Son distintos. Por ejemplo, en el primero había un peso de muchos años consecutivos teniendo altas expectativas en ese torneo que nunca había conseguido la selección antes. El segundo, fue también diferente porque nunca antes y probablemente nunca después se ha visto una calidad de juego tan alta tanto tiempo seguido. Y éste porque los resultados han ido bastante por encima de las expectativas que teníamos, y efectivamente por eso es especial también.
Entonces, ¿si le dicen antes del torneo que con tantas bajas iban a llevarse el campeonato, casi que no se lo hubiera creído?
Bueno, nunca se sabe. Nosotros vamos a todos los campeonatos a por todas. Eso sí, desde el primer día que nos concentramos nos ponemos internamente un listón muy alto esté quien esté. Las dificultades técnicas de fuerza contra los rivales han sido superiores y hemos tenido que sudar muchísimo en cada paso que hemos dado.
¿Qué culpa ha tenido en este oro la cohesión del grupo?
Mucha. Desde mi punto de vista los jugadores han tenido una actitud irreprochable en estos meses intensos de trabajo. Eso hace que no te tengas que preocupar casi de nada más que de los asuntos estrictamente deportivos, a la técnica y a la táctica. Eso se agradece muchísimo. Primero porque es lo que más te gusta; y segundo porque efectivamente, tener, como ha pasado otras veces, que gastar parte de tus energías a aspectos más gestionales pues... Es cierto que hay que hacerlo y se hizo, y así se ganaron otros campeonatos. Pero eso es algo menos divertido, menos entretenido que preparar un plan de partido o pensar en qué decisiones vas a adoptar, etcétera.
¿Cómo se superaron esos momentos complicados entonces? Las derrotas con Serbia o Italia, por ejemplo.
Hemos estado muy compactos desde el primer día y no tuvimos días de crisis en especial. Perdimos un par de partidos, es cierto, pero las reacciones que vi de los jugadores en las derrotas me resultaron alentadoras, con mucha tranquilidad y mucha confianza. No les vi crispación ni rabia con un deseo de respuesta incontrolada. Siempre lo que me llegó desde ellos fue tranquilidad y mucha confianza en sus posibilidades, en saber que podíamos perfectamente reanudar nuestro camino con nuestra ilusión y esperanza siempre intactas y con ambición
Si hubiera que personificar en alguien este Eurobasket sería en Pau Gasol. ¿Cómo sienta entrenar a un jugador como él?
Es una experiencia fantástica. He tenido la suerte de poder hacerlo mucho tiempo y cada vez te llevas un descubrimiento nuevo. La realidad ha superado las expectativas. Es cierto que con tantas bajas, era necesario un paso adelante de mucha gente, pero también es cierto que lo que hizo Pau fue dar un paso de gigante. No sólo por las prestaciones que puede ofrecer en la cancha que son aparentemente más tangibles y fáciles de comprobar, sino en el liderazgo global con su apoyo al entrenador y a los compañeros, su capacidad para ir creciendo a lo largo de la competición. Además, sabe transmitir su confianza a los compañeros, a esos que pueden tener un día peor o mejor. Es un liderazgo total, no sólo por los puntos que ha metido durante los partidos.
A algunos en Francia no les ha sentado del todo bien con esas insinuaciones de dopaje por parte de algún periodista galo. ¿Cómo le ha sentado esto a usted, que le conoce perfectamente?
Me dejó muy frío, en el sentido de que, desde que estoy en este mundo he visto gente que ha sabido perder bien y gente que no lo ha hecho. Curiosamente, ha sido más complicado vencer después a los que han sabido perder bien que a los que no lo han hecho. Creo que hay que tener un enfoque correcto para saber qué no te ha hecho ganar y no desviarte de ellas. Ésa es la mejor manera para prepararte para el siguiente desafío e intentar ganar. En ese sentido, he estado más tranquilo viendo cual es el enfoque que ha elegido nuestro rival señalando al arbitraje o todas estas tonterías que se han dicho de Pau.
En su anterior etapa, a pesar de los éxitos, siempre estuvo criticado por la manera en la que lo conseguía y el juego que desplegaba la selección. ¿Se lo pensó mucho por ello?
No, realmente no estoy acostumbrado a hacer mucho caso a los comentarios externos. Si a estas alturas tengo que estar pendiente de lo que digan u opinen, con todo el respeto del mundo, tanta gente pues no sé que haría aquí. Francamente, uno de los aspectos mejores que hay en este grupo es que tenemos una muy buena comunicación interna para evadirnos y aislarnos de los comentarios. Tanto de los malos como de los buenos. Sería insensato escuchar las cosas que te gustan y no las que no. Así que las decisiones que tomo siempre las hago de manera personal.
¿Se dedicará exclusivamente a la selección o deja abierta la posibilidad de entrenar a algún club durante el verano?
Es una elección que hice porque me di cuenta hace cuatro años que el año olímpico es un curso muy complicado en cuanto a planificación. Hay muchas situaciones que así lo recomiendan. He tenido alguna oferta de un equipo NBA...
¿De los Toronto Raptors?
Sí, pero no era exactamente la que buscábamos, sobre todo a nivel familiar, porque la idea es desplazarme con todos cuando se de el momento. Por ello también creía que la mejor opción era ésta, dedicarme al seguimiento de los jugadores y ya ver qué puede pasar el año que viene.
¿Qué expectativas ve para el Granca en la Liga Endesa? Sobre todo con dos hombres que ha tenido este verano: Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar
A Pablo lo tuve hasta el último día y Xavi tuvo opciones muy serias de estar. Creo que son hombres con un gran bagaje y que pueden ayudar al equipo. Atacan y defienden, estoy convencido de que éste puede ser el año de ambos. Obviamente, cada cosa hay que ganársela, pero me parecen dos personas excelentes y con muchas cualidades. Tienen gente delante que le han impedido tener el protagonismo que les hubiese gustado tener, pero soy muy optimista con ellos. El trabajo que ha hecho el Granca durante estos años ha sido muy bueno y tener a Aíto García Reneses como entrenador es una garantía para ellos.
