La selección española femenina de balonmano -con las grancanarias Marta Mangué y María Núñez- , vigente subcampeona de Europa, arrancó su andadura en el Mundial de Dinamarca con una plácida victoria (31-10) sobre Kazajistán, en un encuentro que no pasó de ser apenas un simple entrenamiento para el conjunto español.

Los tan sólo cinco goles que las de Jorge Dueñas encajaron en la primera mitad (16-5), hablan de la enorme distancia que separa en estos momentos al equipo español, un claro aspirante a medalla, de una selección kazaja, cuya presencia en el Mundial tan sólo se justifica en los intentos de globalización de este deporte.

De hecho, España apenas necesitó aplicarse mínimamente en defensa para dejar sentenciada una contienda, en la que las Guerreras ya mandaban a los quince minutos de juego por un contundente 9-1 en el tanteador.

Tampoco tuvo problemas el equipo español en ataque, donde la movilidad de las jugadoras españolas se convirtió en un problema irresoluble para Kazajistán, que vio como una y otra vez llegaba con absoluta comodidad el balón a las jugadoras rivales de segunda línea para hacer gol

Una circunstancia que no desaprovecharon las extremos españolas Carmen Martín y Marta López para cerrar el choque como las máximas realizadoras del equipo español con seis y cinco tantos, respectivamente. Justo las dos grancanarias de la selección, la pivote María Núñez y la lateral Marta Mangué -a la que Jorge Dueñas decidió dar descanso en espera de compromisos más exigentes- se quedaron sin marcar por parte del equipo español.

Dato que confirma el equitativo reparto de minutos que concedió el seleccionador español, que aprovechó para rodar a todas sus jugadoras, incluida, la lateral Lara González, que dos meses después, volvió a pisar una pista de balonmano, tras recuperarse de la lesión de rodilla que puso en riesgo su concurso en el Mundial.

Un carrusel de cambios que rebajó la concentración del equipo español en el arranque de la segunda mitad, tal y como confirman los más de siete minutos que España tardó en anotar su primer gol (17-7) en el segundo parcial.Hecho que disgustó notablemente al seleccionador Jorge Dueñas, que hizo reaccionar a un equipo que ya no dio más concesiones (31-10) a la débil Kazajistán.