Leo Messi sacudió la Copa América con su irrupción en el torneo que celebra el centenario de la competición al ser capaz de marcar tres goles en los treinta minutos que disputó en la victoria de Argentina (5-0) ante Panamá en el estadio Soldier Field de Chicago.

Hasta el viernes se disputó, en Estados Unidos, una Copa América con goles y buen fútbol, pero a partir de este momento la competición cobra una dinámica diferente en la que, salvo sorpresa, Messi va a ser uno de sus ejes de cara a la parte más excitante del torneo a partir de los cuartos de final.

Messi fue noticia en los días previos al choque por las dudas sobre su participación en encuentro. Este jueves el seleccionador, Tata Martino, anunció que jugaría. Poco antes del encuentro se comprobó que no estaba en el equipo inicial. Al comienzo del segundo periodo empezó a calentar y en el minuto 61 saltó al césped.

Esa fue la cronología de una reaparición anunciada y vivida con suspense tras la lesión sufrida ante Honduras en un amistoso disputado el pasado 28 de mayo tras recibir un golpe en la espalda.

La fiesta empezó en el momento en el que empezó a calentar con 1-0 en el marcador para Argentina. Los aficionados se olvidaron del encuentro y empezaron a aplaudirle mientras ultimaba los detalles previos a su salida al terreno de juego del Soldier Field.

Los goles llegaron en los minutos 68, siete después de su incorporación al partido, 78, en una magnífica falta directa, y 87 y fueron el segundo, el tercero y el cuarto de su equipo, que ganó por 5-0 y se clasificó para los cuartos de final de la Copa América.

Plus para la 'Albiceleste'

Es cierto que Panamá jugaba desde el minuto 30 con un hombre menos por la expulsión de Aníbal Godoy, pero Messi, sin alardes y con su fútbol habitual, aprovechó la práctica totalidad de las opciones de que dispuso, se metió a la afición en el bolsillo y contribuyó a la fiesta que se dio su selección en este encuentro.

Su presencia ha revolucionado la competición, le ha dado un aliciente más y convierte a Argentina en uno de los firmes (y claros) aspirantes al título.

Por otra parte, físicamente no dio la sensación de verse limitado, ya que evolucionó con el ritmo que le era habitual antes del golpe sufrido hace casi dos semanas.

Además, en tan solo veinte minutos, los que fueron de su primer gol al tercero, Messi ha igualado con el brasileño Phillipe Coutinho en la cabeza de la tabla de goleadores del torneo con tres tantos.