Nacido hace 20 años (28 de mayo de 1996) en el seno de una humilde familia de La Isleta, Samuel Carmona Heredia no cuenta con antecedentes boxísticos. "Nadie en mi familia ha sido boxeador con anterioridad", señala, para añadir de inmediato que "aunque a mi abuelo José le gustaba muchísimo el boxeo y con él vi mis primeros combates y también me gustó este deporte. Me llamó la atención y ahora es mi vida".
Samuel deja volar su memoria y trae a la realidad los recuerdos de sus inicios. "Cuando contaba con 11 años y ya gustándome los combates que veía con mi abuelo, Carlos Formento montó un gimnasio cerca de mi casa. Un día estaba en la puerta viendo como entrenaban y me decidí a entrar y ahí comencé a entrenar", indica el próximo boxeador olímpico grancanario, que lo será después de que hace 48 años lo hiciera el último púgil de la isla redonda que defendiera a España en una cita olímpica. Fue el también isletero Ramiro Suárez, que acudió a la cita de México en 1968.
"Me siento superorgulloso de ser el primer canario que irá a unos Juegos Olímpicos en boxeo después de casi cincuenta años", señala el isletero, quien añade que: "sé que el anterior que fue era también de La Isleta, el tío-abuelo de Jarni 'El Problema', que se llamaba Ramiro Suárez".
Y retorna a sus inicios para señalar que: "Me siento superorgulloso porque para llegar a ello, hasta aquí, he trabajado mucho. Desde niño hacía infinidad de exhibiciones, hasta que cumplí los 15 años y pude cumplir mi primer sueño: debutar como amateur sobre un ring".
Un debut que recuerda perfectamente, a pesar de un pequeño baile de fechas en el que se enfrasca con Gustavo Sarmiento, secretario federativo, presente en la conversación, y, por supuesto, gana Samuel: "debuté en una velada que se hizo en el campo de golf de Las Palmeras, en junio de 2011, y mi rival fue Aramis Torres. Me enorgullece porque es un gran boxeador y a las pruebas me remito. Debuté con derrota, pero a partir de ahí llevo más de ochenta combates, de los que he perdido sólo siete y, gracias a Dios, ninguno de ellos por ko".
Diez meses con la selección
Después de iniciarse con Carlos Formento, Samuel pasó por otros gimnasios, quedándose finalmente en el de Yeray García 'El Pera', desde donde partió a la selección española. "Hace diez meses que formo parte de la selección nacional", señala Carmona.
Desde entonces, el púgil de La Isleta -que ha sido campeón de Canarias, de España, 3º de Europa, subcampeón del mundo y recientemente campeón del Boxam en Tenerife, por citar sólo unos ejemplos-, se encuentra becado por el Consejo Superior de Deportes en la Residencia Joaquín Blume de Madrid, que es un Centro de Alto Rendimiento (CAR), y defendiendo los colores del combinado español le han llegado sus éxitos más sonados, habiendo disputado más de 40 combates y participado en dos mundiales y dos europeos.
Uno de los éxitos más recientes ha sido esa medalla de plata en el preolímpico de Bakú (la capital de Azerbaiyán), dado que no pudo disputar la final -que le debía enfrentar al púgil azerbaiyano Rufat Huseynov-, después de haber recibido un corte en una ceja de forma fortuita en el combate de semifinales en el que venció al indio Devendro Singh Laishram. "Contra Husaynov no pelee por precaución, porque tenía la ceja rota tras el cabezazo, sin intención, del indio", indica, para añadir: "Lo hablamos con Lozano y el médico y decidimos prevenir". Y, finalmente, sentencia: "Por cosas como éstas es por lo que me siento muy valorado en la selección".
Es entonces cuando se deshace en elogios para su preparador en el combinado nacional, el cordobés Rafael Lozano, expúgil olímpico -obtuvo diploma en Barcelona 92; medalla de bronce en Atlanta 96 y medalla de plata en Sidney 00, siempre en el peso minimosca, el mismo en el que pelea Carmona-, y señala de él: "Es un superbuén entrenador. Me siento de maravilla a sus órdenes. Me ha enseñado mucho. Sobre todo me ha ayudado a mejorar la técnica y, lo más importante, a tener constancia".
"Lozano está confiado en que puedo obtener medalla. Para ello trabajamos y me alienta constantemente. Y yo también creo que puedo lograr medalla. Es mi objetivo, mi sueño es ser campeón olímpico y que a nadie le quepa duda de que voy a darlo todo por conseguirlo", indica con contundencia el púgil grancanario.
Canarias, en auge
Cambia el tercio y Samuel, que acudió con la selección de Canarias que disputó la pasada semana el Campeonato de España en La Coruña, señala que: "El boxeo canario está muy bien, en auge. Hay muy buenos boxeadores en toda Canarias, pero aquí en Gran Canaria sobre todo, tanto en amateurs como en profesionales. Ahí están Aramis Torres, que es muy bueno, o Ferino V, que para mí es el mejor de todos, por poner sólo dos ejemplos".
A la hora de hablar de un ídolo en el mundillo boxístico, Samuel Carmona señala que: "Mi referente siempre ha sido Ferino V. Me gusta mucho su boxeo y me fijo mucho en él. Pero no tengo dudas al afirmar que mi ídolo es el cubano Guillermo Rigondeaux 'El chacal', que es el actual campeón mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en el peso supergallo y está invicto como profesional. Como amateur disputó 247 peleas, de las cuales ganó 243 y perdió cuatro. Es un boxeador que me encanta".
No a ser profesional
Preguntado por si aspira a pasarse al campo rentado en un futuro no muy lejano, Samuel Carmona no duda a la hora de responder y, además, lo hace con celeridad: "No me seduce, en absoluto, al menos por el momento, pasarme al campo profesional. No pienso subir por ahora. Creo que, ahora mismo, hacerme profesional sería perder el tiempo. Para pelear pasas mucho tiempo parado entre combate y combate, mientras que como amateur fíjate que en sólo diez meses con la selección he disputado más de cuarenta combates. Es la gran diferencia".
"Estoy bien en la Residencia Blume. Estoy becado. Con lo que me dan tengo para vivir y para mantenerme económicamente sin necesidad de hacerme profesional", ahonda el púgil grancanario.
El infierno, como también apodan a Carmona, quien asimismo es conocido como El chacal por su veneración por el cubano Rigondeaux, no piensa en estos momentos en otra cosa que no sea boxeo. "No me he planteado dedicarme a otra cosa que no sea el boxeo, pero de no ser boxeador me hubiese gustado ser bombero. Como lo oyes. Creo que hacen una labor encomiable socialmente, sobre todo porque ayudan a los demás, y eso me gusta, ayudar a los demás".
Sin miedo al zika
Carmona será uno de los dos púgiles españoles que acuda a los Juegos de Río 2016. El otro será el balear Youba Sissokho, quien logró su clasificación el pasado viernes, dentro del peso wélter (-69 kilos), en el preolímpico de Vargas (Venezuela), donde no pudo obtener su pase a los Juegos de Río el tinerfeño Alexis Concepción (-75 kilos).
En la rabiosa actualidad que precede al evento brasileño hay un nombre que sobresale por encima de todo: zika. El miedo al virus del zika es una constante entre los deportistas que irán a la cita de Río y los españoles no se quedan atrás. El primero en mostrar sus temores de entre un buen número de ellos fue Pau Gasol, quien finalmente ha dicho que asistirá a los Juegos.
Pero Samuel Carmona no tiene miedo al zika. "A mí no me preocupa el zika. Sé que muchos han renunciado a los Juegos por este virus. Me da igual. Yo voy a boxear y, aunque no hemos hablado del tema, estoy completamente seguro que los médicos de la selección, así como los de toda la delegación española, tienen todo eso supercontrolado. Yo lo que pienso es una cosa que tengo muy clara: nunca he estado en unos Juegos Olímpicos y en un deporte como el boxeo es muy difícil clasificarse para acudir a ellos. Estoy cumpliendo uno de mis sueños, una de las ilusiones de mi vida, y no me lo voy a perder por nada del mundo. Y repito, pienso que todos los deportistas que competiremos en Río tendremos totales garantías sanitarias como para que no suceda nada", señala.
Finalmente, Carmona se refirió a su familia. "Mi familia está superorgullosa de mí y me apoyan muchísimo en todo. Me alientan en todo momento y en todas mis decisiones. Y aunque creo que ninguno estará en Brasil, sé que desde la distancia no me va a faltar su apoyo cada día".
